Cap. 96: Cena.

         (Narra Beca)

         Angel y yo seguíamos en aquella montaña. Estabamos recostados de aquella roca, el me abrazaba y yo solo jugaba con sus dedos entre mis manos, solo estábamos en silencio, haciéndonos compañía, debes en cuando volteaba a mirarme y me dedicaba esa tierna sonrisa de niño, yo también sonreí, y sentía que mis mejillas se sonrojaban levemente.

         -Ya es tarde – me susurro en el oído.

         -¿Qué hora es?

         -Las 6:45, tardaremos algo en bajar asi que vamos – dijo parándose y tendiéndome una mano que gustosa agarre.

         -¿Podemos volver luego?

         -Cuando quieras princesa – dijo besando mi frente. Tomo la chaqueta que había dejado de lado por los brazos de Angel – hace mucho frio – me cubrió con la chaqueta y subió el cierre.

         -Estoy bien – dije como niña.

         -No lo estaras cuando sople mas fuerte – me aseguro.

         -Si pasa eso te abrazare – dije besando cortamente los labios. En eso mi teléfono sono - ¿alo? – conteste sin mirar.

         -Al parecer mi hija si esta viva – dijo mi madre desde el otro lado del teléfono.

         -Mama…- dije suspirando.

         -La misma ¿si te acuerdas de que tienes una verdad?

         -Si mama, lo siento, últimamente ando ocupada – buscando la forma de sacar a mi hermana de su subconsciente.

         -Siempre ahí cosas mas importantes que tu madre ¿no? – podía escuchar la tristeza en su voz.

         -No digas eso mama, sabes que te amo.

         -¿Mucho? – ahí no, me iba a pedir algo.

         -Si, muchísimo.

         -¿Lo suficiente como para venir a cenar hoy? – y ahí estaba, mi madre siempre había sido una persona dominante.

         -No lo se…- dije mirando a Angel.

         -Tu hermano traerá a su novia, Violeta – eso si era una sorpresa – Javier me ha dicho que tienes novio – sentí el recelo de su voz, sabia que no le gustaba nada que yo no le hubiese dicho nada – podrías traerlo, ¿no crees que deberíamos conocerlo?

         -No lo se…- dije mirando al suelo – quizás en otra ocasión.

         -Rebecca no me interesa si tienes cosas que hacer, te quiero aquí a las 7:30 y mas te vale traer a tu novio – ordeno y luego colgó, coloque mis ojos en blanco, supongo que jamás cambiaria.

         -¿Pasa algo? – pregunto Angel.

         -Mi mama quiere que vayamos a cenar esta noche a casa – dije mientras caminaba evitando su mirada.

         -¿Vayamos? – pregunto siguiéndome.

         -N-no tienes que venir si no quieres – dije caminando mas rápido. Angel tomo mi mano y me giro para verlo a los ojos.

         -¿Tu quieres que vaya?

         -Pues, solo si tu quieres – dije haciendo una mueca - ¿quieres? – dije algo nerviosa mordiéndome el labio inferior.

         -Claro que si – dijo besando mis labios, nuestros labios se abrían y cerraban lentamente, haciendo el beso pausado - ¿a que hora ahí que estar alla?

         -7:30.

         -Entonces vamos  - dijo y empezamos a caminar hasta mi casa.   

         En el camino el me iba preguntando sobre mis padres, se le veía interesado. Yo le contestaba y el asentía con la cabeza. También aproveche y le envie un mensaje a Violeta, al parecer ellos ya estaban alla, me dijo que mis padres eran maravillosos, y que me apresurara porque mi mama estaba de aca para alla murmurando sobre si vendríamos o no. A las 7:30 estabamos en frente de casa, yo me quede helado frente a la puerta.

         -Aun podemos irnos – le dije a Angel el rio.

         -¿No se supone que el nervioso debería ser yo? – dijo con una sonrisa, luego su expresión cambio a la de una piedra - ¿te avergüenzas de mi? – pregunto bajo. Ahora fui yo quien rio.

         -Jamas – dije y tome su cara entre mis manos y lo bese, sus manos se posaron en mi cintura y me apegaron mas a el, nuestras lenguas estaban jugando en ese beso. Alguien tocio notablemente y nos separamos - ¡Papa! – dije sintiendo que la sangre se apoderaba de mis mejillas. Lo abrace y el me devolvió el abrazo con mucho cariño – Papa el es Angel, mi novio.

         -Un placer Señor – dijo Angel extendiendo su mano, mi padre la inspecciono por unos minutos y luego con un semblante serio la estrecho.

         -Pasen adelante – dijo igual de serio.

         -Aca estoy mama – dije entrando y abrazando a mi mama quien casi me afixia.

         -Al fin te veo tesoro – dijo con algo de reproche entre tanta alegría.

         -Mama el es Angel – dije señalando a Angel quien ya no se veía tan confiado.

         -Es un placer señora – dijo estrechando la mano de mi mama.

         -Ahí por favor, llamame Maria, lo mismo le dije a Violeta – eso  me alegraba, por lo menos con Javier todo iba bien – la cena ya esta lista asi que pasen.

         Tome la mano de Angel y fui hasta el comedor donde Violeta y Javier estaban riendo.

         -Hola – dije saludando a la parejita - ¿Qué tal todo? – pregunte sentándome frente a ellos, Angel a mi lado derecho y a mi izquierda en la cabecera de la mesa mi papa, mi mama se sento en la otra cabecera, frente a el.

         -Genial – dijo Javier sonriendo ampliamente.

         -¿Y que tal la nueva escuela? – me pregunto mi papa mientras servia algo de pasta cuatro quesos a su plato.

         -Genial, he aprendido un millón de cosas – dije sonriendo, y era la verdad.

         -¿Ya sabes lo que haras en la universidad? Solo faltan dos años.

         -La verdad sigo indesisa – y ahora mas.

         -¿Y tu Angel? – mi padre lo miro seriamente.

         -Me gustaría arquitectura – dijo antes de empezar a comer – esta muy buena – dijo luego de tragar con una sonrisa a mi madre.

         -Gracias – dijo mi madre sonriente - ¿y tu vas a la misma escuela que Beca, Violeta?

         -Eh si – dijo Violeta, al parecer no muy comoda de que la conversación centrara en ella.

         -¿Y en que universidad te gustaría estudiar arquitectura Angel? – dijo mi padre.

         -Aun no estoy seguro Señor.

         -¿Y es aca o en, nose… otro país? – dijo antes de tomar jugo.

         -No me gusta alejarme de casa, asi que supongo que no estará muy lejos.

         -Eso es una lastima por que Beca quiere estudiar fuera ¿no es asi? – mire a mi padre con mala gana – o asi era antes de que te fueras – dijo con algo de melancolía en su voz.

         -¿Qué te gustaría estudiar en la universidad Violeta? – mi madre trataba de cambiar el rumbo de la conversación y yo se lo agradecia.

         -Aun no estoy segura, sin duda nada que tenga que ver con números, se me dan fatal – dijo riendo  - quizás psicología, pero sigo sin estar segura.

         -¿Y desde cuando son novios? – pregunto mi padre  mirándonos fijamente.

         -Ya van como 2 meses – dije sin estar muy segura.

         -2 meses – aseguro Angel, me sonroje al ver que el sabia mas que yo sobre nuestra relaccion.

         -Mmm... – dijo mi padre mientras seguía comiendo.

         El resto de la velada  paso agradable, a excepción de las veces en las que mi papa decía cosas fuera de lugar, nunca pensé que mi padre seria de esos celosos. Ya como a las 8:30 Violeta se tenia que ir, yo decidi quedarme un poco mas.

         -¿Y aun no volveras a casa? – me pregunto mi madre, claramente triste.

         -La verdad es que creo que es mejor que no lo haga, al fin y al cabo algún dia me hire y lo mejor es que me haga la idea.

         -Yo creo que debes volver, estas muy chica – dijo mi padre.

         -Papa ya tengo 16, dentro de unos meses 17. Yo creo que estoy lo suficientemente grande y madura como para vivir con una amiga ¿no te parece?

         -No, en lo adsoluto – dijo, a veces era tan terco.

         -No seas terco papa – le dije. En eso el teléfono de Angel sono - ¿pasa algo? – pregunte l ver su cara tan seria.

         -Flor…-susurro.

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Hola... bueno no me siento muy orgullosa del capitulo... la grip realmente afecta mi forma de escribir, intentare escribir algo pero no prometo ya nada porque parece que en 3 dias e hecho y desecho miles de promesas asi que mejor solo digo que hare el intento, tienen todo el derecho de odiarme lo se, los dejo con tremenda duda, ya que Flor o pudo morir - es decir irse con su madre - o despertar. Asi que... adios, cuidense, que no les de gripe, es lo peor del universo!