(Narra Beca)
El sobre
dorado estaba en el escritorio. Flor y yo mirándolo fijamente, a una distancia
prudente, ya que no sabíamos realmente que hacer.
-¿Crees que
haya un truco para abrirlo? - me pregunto Flor.
-No lo se – dije sin quitarle la mirada al sobre.
-Esto es adsurdo,
solo intentemoslo – dijo luego de unos minutos acercándose al escritorio y
tomando el sobre.
-Ten cuidado –
dije poniéndome a su lado. Intentaba pero no se abria – no lo vayas a romper.
-Callate que
me desconcentras – me dijo mientras intentaba abrirlo.
-Deja que yo
lo intente.
-No – dijo
jalando el sobre, haciendo que ni siquiera lo rosara.
-Vamos Flor.
-De acuerdo –
dijo y cuando Flor me lo estendio y
ambas mantuvimos las manos en el sobre, este empezó a brillar y se abrió, salió
una carta y esta subió hasta quedar frente a nuestros rostros, esta se extendió
llegando hasta el piso, dejando ver una hermosa letra cursiva en letras
doradas, alrededor de la hoja había una marco que tenia miles de adornos en
color dorado, tantas figuras que no lograba entender o desifrar en estos
momentos - ¿Qué hacemos ahora?
-Creo que
deberíamos leerla.
-No me digas –
dijo mirándome sarcástica.
-Bueno tu
preguntaste – me acerque y entre las dos tomamos la carta.
Empece a leer
en voz alta:
Queridas hijas mias, se que has de estar muy
confundidas, lamento no poder estar para responder las dudas que las atormentan.
No he podido hacer mas que escribir esta carta, contando lo que paso, el porque
de mis actos. Presten atención, pues la historia aunque muy facinante, resulta
confunsa ante la distracción.
Los A y los P son hijos de la Luna y el
Sol, eso ya lo saben, lo que no saben es que la Luna y el Sol, se encuentran en
el mundo en el que yo vivo y en el que ustedes nacieron. Arriba del mundo de
los sueños, aquel lugar donde tanto permanecieron ambas, es el intermedio de
nuestros mundos. Arriba estamos nosotros, los que ayudan y controlan la tierra,
dioses por decir algo, vosotros están abajo, cuidando y destruyendo todo lo que
les damos. Yo me llamo Aliza aunque creo que ustedes me conocen mas como
naturaleza, como saben los dioses son inmortales, así que es adsurdo decir
cuantos años tenia cuando conoci a vuestro padre. Yo estaba muy ocupada de aca
para alla, pues ustedes, los mortales, disfrutaban en dañarlo todo. Vuestro
padre era un gran compañero, no amigo, era mí compañero, me ayudaba y
complementaba en mí labor, se llama Clemin, ustedes lo conocen como clima. Un
dia entre los días vuestro padre, me hizo enfurecer, pues llevaba ya varios
días sin hacer que lloviera en uno de los tantos lugares que me encantaban de
vuestro mundo, así que las plantas empezaban a marchitarse, y apenas era inicio
de PRIMAVERA ¡¿lo podeis creer?! Yo muy enojada fui a su encuentro y se lo
reclame, pero el estaba decidido en darle una lección a los mortales con una
sequia, yo le dije que si quería lo hiciera pero que mis plantas no tenían la
culpa, el muy despreocupado respondió:”a veces ahí que hacer sacrificios” Me
molesto tanto que le dijo insultos de todos los idiomas de vuestro mundo, tanto
que cuando termine de gritárselos me miraba impresionado y recuerdo bien que
parecía atemorizado. Me ofreció disculpas y en ese mismo instante hizo que
lloviera…. Para resumir mí relato, nos volvimos grandes amigos, pero un dia fue
algo mas que amigos.
Ahora necesito contaros otra historia
para que entendáis el porque tuve que abandonarlas. La Luna, como voz la
conoceis, yo la conozco como Anàlum, mí mejor amiga, en un pasado muy lejano,
incluso antes que los humanos fuesen creados, se enamoro de El Sol, o como yo
lo conozco Rodisum, en ese tiempo el dia y la noche eran inexistentes, los dos
permanecían uno junto al otro, no eclipse, no, posaban una al lado del otro,
como dos amigos, irradiando luz, pues antes Anàlum brillaba incluso mas que
Rodisum. Un dia entre los días Anàlum como ser atrevido que es fue hasta
Rodisum, y pues, como ustedes decís, se le declaro. Así desde ese momento no se
posaban uno junto al otro, sino hacían un eclipse, pero Soid, jefe y autoridad
de los 3 mundos no estaba de acuerdo, pues la luz era tan grande la que
irradiaban ambos que todos quedaban cegados, incluso los Dioses que se
encontraban a mundos de distancias, así que prohibió las relaciones entre
dioses y declaro el dia y la noche, de forma que nunca pudiesen verse. Rodisum
y Anàlum quedaron destrozados pues no solo tuvieron que separarse, si no que
debieron enviar a sus primeros hijos a la tierra, Anàlum por ser mí mejor amiga
me rogo a gritos un lugar seguro y yo le recomendé mí lugar favorito sobre
todos, el vuestro, el corazón del bosque. Soid al ver los primeros hijos de
dioses que existieron creo a los humanos, pero sin las cualidades dotadas de Rodisum
y Anàlum. La mas afectada fue Anàlum, pues Soid supo que ella dio el primer
paso, así que le quito casi toda su luz, dejadola casi sin ningún brillo,
además que Anàlum era enemiga de la soledad, por eso Rodisum, a solas, le rogo
a Soid que por favor le creara algún tipo de compañía para que no se sintiese
tan sola, y de alli provenieron las estrellas. He alargado mucho el relato,
pero creo que quizás le sirva a los guardianes, que yo misma cree cuando Soid
creo a los humanos, con el fin de que mí trabajo no se viese tan difícil
gracias a los humanos creados por Soid, pues entre sus cualidades estaba el
destruir.
¿Qué tiene que ver aquel relato con mí
abandono? Creo que ya lo saben, estaba prohibido, su nacimiento haría que Soid
supiera que entre Clemin y yo pasaba algo, y se entero, pero por nuestras
mismas bocas, pues temiamos por vuestro destino, eran lo mas importante en esos
momentos y lo seguís siendo en estos, como castigo nos obligo a enviarlas a la
tierra, pero nosotros lo haríamos, ese seria parte del castigo, pues aunque el
tiempo es inrrelevante para nosotros, al estar en ese mundo se vuelve algo
preocupante, os explico, solo 30 minutos llega a casi matarnos, ya que en ese
mundo nuestra inmortalidad es nula, tan solo pisar aquel suelo, sea agua o
parte de mí, duele y lastima, así que seria un total sufrimiento el bajarlas,
pero lo valdría. Rodisum y Anàlum eran nuestros mejores amigos, nosotros
inclusos nos prestamos todos estos años como mensajeros, así que ellos no solo
fueron nombrados sus padrinos y guardianes, si no que nos ayudaron a bajarlas.
Clemin y yo decidimos esconderlas, pues habíamos visto como al principio los
hijos de Soid despreciaban a los Anàlum y Rodisum por tan solo ser diferentes,
no queríamos que lo mismo les pasara a vosotras, así que planeábamos ponerlas
en medio de aquel árbol donde antes poseían uno de los primeros guardianes, ese
era un hecho inexistente para los descendientes de ahora, así que no haría
ningún problema. En el dia, cuando Rodisum amparaba a vuestro padre, el bajo
con una de ustedes, a ella le pusimos Winnie, como la estación favorita de
vuestro padre , Winter, Invierno. Ella poseía las caracticas mias, ojos
Marrones como la tierra y los cabellos igual, una piel delicada como los
petalos de una flor y los dotes de vuestro padre, el control del clima. Con
sumo cuidado la dejo dentro del árbol y casi por poco muere, llego aca muy mal,
pero llego. Luego a la noche, con Anàlum, yo bajaría, junto con Prim, como mí
estación favorita, Spring, Primavera. Ella tenia los ojos verdes como vuestro
padre, sus cabellos marrones y su piel algo mas aspera, ella estaba dotada con
mis poderes, el control de la naturaleza. Yo no solo debía llevar a Prim hasta
el árbol junto con Winnie, no, yo también debía colocarles una burbuja,
regalada por Et, conocido como el tiempo. Esta burbuja no las haría crecer, de
manera de que cuando Soid rectificara su decisión nosotros iríamos por vosotras
y las criaríamos aca, pero como sabran, las cosas no salieron de esa forma,
pues al llegar, la burbuja se me cayo, y perdió, yo la busque como loca, pero
me quedaba muy poca fuerza y tiempo, por poco mori, todavía conservo algunas
marcas de aquel dia, Clemin me empujo a través de la brisa hasta una familia
que iba en carretera, y a mí me arrastro hasta el cielo ya inconciente sin nada
de fuerzas, no me pude oponer. Desde ese momento solo he llorado y visto como
mis dos hijas crecieron sin mí, ninguna con una caricia mia, ni consejos. Y
lamento informar que Soid no cambiara pronto de parecer, obligándome a
olvidarlas y a que envejezcan sin conocerme. Esta carta, bien me costo
mandárselas, no abra mas, ya no sabran mas de mí, solo esto. Espero que puedan
perdonarme.
Las amamos.
-Siento como
si me acabaran de contar una historia de Disney – dije.
-¿Yo control
del clima? – dijo Flor.
-Supongo que
aun no lo has desarrollado, además creo que lo de los pensamientos es algo que
desarrollaste estando en el corazón del bosque.
-Eso es lo que
Alex me dijo pero… sigo teniendo muchas dudas.
-Yo no, ya se
lo que necesitaba.
-Eso es porque
tu ya tienes una mama – dijo Flor con los ojos brillosos.
-Flor…
-Callate –
dijo volteándose – no quiero tu lastima.
-Eres mí
hermana – dije tocando su hombro.
-Solo quiero
pensar las cosas, dare un paseo – dijo enrrollando la carta y buscando un
bolso.
-Creo que
primero deberíamos hablar con Alexander ¿no te parece?
-No – dijo
mientras guardaba la carta en el bolso.
-No te
llevaras la carta de mama.
-¿Por qué no?
- me miro desafiante.
-Porque es de
ambas y no saldrá de este cuarto a menos
que sea para mostrársela a Alexander.
-Tu no me
ordenas – dijo a punto de abrir la puerta, yo arrastre las plantas y la bloquee
– dejame salir – dijo mirándome.
-No hasta que
me des la carta.
-¿Por qué debo
hacerte caso? Ni siquiera sabemos si eres la mayor. Abri la puerta.
-No me
interesa, dame la carta.
-No. Tu tienes
una madre, la tuvistes todos estos años, yo solo quiero quedarme con la carta,
tu siempre lo has tenido todo, la
libertad, el novio, las amigas ¡TODO! – dijo llorando y tirándose al piso.
-Flor…
-No – me cayo
– te dije que no quiero tu lastima, solo quiero alejarme, y volver a leer la
carta hasta que me la sepa de memoria ¿es eso muy difícil para ti? – dijo
mirándome a los ojos - ¿acaso piensas que lo único que tengo de mama lo dañare?
¿me crees tan descuidada? – retire las plantas y abri la puerta – Gracias –
dijo saliendo sin mas.
Me tire en la
cama y busque mí teléfono, llame a Angel, quería hablar con el, estar con el.
Nada, no contesto. Llame a Violeta,
igual, no contesto, probe con Andres, y fue lo mismo. Sonreí de lado y pensé:
justo hoy, todos están ocupados.
(Narra Flor)
Estaba en la
cima de un árbol, a kilómetros del corazón del bosque, mirando el vacio, estaba
tan alto que tan solo la caída me mataria, no sabia ni cuando había escalado
tanto. Mí espalda descansaba en el árbol mientras mis manos lentamente sacaban
la carta del bolso.
La abri, la
lei, llore y la volvi a leer. Acaricie el borde de la ca4rta, todos esos
simbolos y signos, como si de alguna forma se transformarían o convertirían en
mí mama, mí madre, aquella mujer que nunca estuvo para mí, que solo fue capaz
de dejarme encerrada, sola, en un árbol. No la juzgaba, no la culpaba, solo… la
lloraba.
-Así que…¿sos
mí madrina? – dije mirando la luna – no se si me escuches, pero si puedes…
solo… ¿podrias decirle que la extraño? – dije admirando a Anàlum.
-¿¡Con quien
hablas?! – e3l sonido me sorprendió tanto que me cai de la rama y de no ser
porque unos fuertes y frios brazos me atraparon hubiese tenido un muy buen
golpe - ¿estas bien? – pregunto Peter a centímetros de mí rostro.
-¡Alejate! –
le grite alejándome de su cuerpo.
-Yo solo
quise…
-¿Molestar?
Porque desde que te conozco solo has hecho eso.
-Ya veo que
estas molesta.
-¿Cómo no
estarlo? – dije exassperada – no debiste asustarme, y mas te vale no volver a
hacerlo de nuevo – le amenace.
-No quise
asustarte, pero…¿Qué hacias alla arriba? – dijo señalando la cima del árbol.
-No tengo
porque responderte.
-Lo se, pero
me lo debes por atraparte.
-No te debo
nada, era tu deber, por tu culpa pude morir.
-Tan dramática
como tu hermana.
-Si, pero no
tan ingenua así que lo de mañana OLVIDALO – la ultima palabra la dije
lentamente.
-De acuerdo –
dijo cruzándose de brazos.
-¿No insistiras?
-No, es lo que
querías ¿no? Que te dejara de molestar.
-Exacto.
-Bueno,
entonces me voy – dijo volteandosel.
-Espera ¿tu
que hacias aquí?
-Siempre doy
paseos nocturnos. Me calman y ayudan a pensar, ahora me diras ¿Qué hacia tu?
-Es complicado
– entonces se volteo a mirarme.
-Intentalo –
dijo sonriéndome.
-Cuando volvi
del mundo de los sueños lo hice con un sobre dorado…
-Eso ya lo
sabia – me interrumpió – lo siento – dijo luego de que le hechada una mirada de
odio.
-Como decía.
Hoy Beca y yo logramos abrir el sobre, y ya se porque nuestros padres nos
abandonaron, fue mucha información… vine aca para pensar un poco. Y si no
hubieses llegado pudiese haberlo hecho – dije dedicándole otra mirada de odio.
-Wow, que
fuerte.
-No es nada –
dije – es tarde, será mejor que me vaya.
-¿Sabes por
donde?
-Recorri con
mí mente este lugar todos los años de mí vida. Lo conozco incluso mejor que
Angel y tu juntos – dije sonriendo.
-No lo creo –
dijo Peter desafiante.
-¿Quieres
apostar?
-Tu deci - me reto.
-Apuesto a que
puedo llegar a la cascada con los ojos vendados.
-¿Sin ayuda?
-Solo yo y una
venda en los ojos.
-Perfecto, si
gano, y claro que lo hare, iras mañana a un cita conmigo.
-De acuerdo, y
si yo gano, y claro que lo hare, tendras que hacer lo que yo te diga por todo
el dia de mañana ¿trato? – dije extendiendo mí mano derecha, Peter gustoso la
estrecho y de nuevo esa insoportable corriente eléctrica.