sábado, 31 de agosto de 2013

Cap. 105: Desastres.

         Caminaba por el pasillo del corazón del bosque junto con mi grupo de clase de esta semana, nos acercamos a las puertas y lo unico que pudimos ver fue un gran y puro desastre; ramas gigantes esparcidas por todos lados, barro, piedras…y aun habían como 10 cm de agua. Con cuidado empezamos a salir y agradeci el hecho de cargar botas de cuero negro hasta las rodillas, unos jeans y un sueter holgado color salmon.
         Como no estaba en el mismo salón que Beca, me dirigi con unas 20 personas al lugar asignado, la cascada.
         El resto del bosque se encontraba en peores condiciones, sorprendente. Muchas veces tuve que saltar para pasar los grandes arboles que habían caído y dar largos pasos para evitar las tantas acumulaciones de barro.
         Al llegar a la cascada mis ojos no daban crédito a lo que veía. Un total y completo desastre, varios arboles cayeron dentro de la cascada. Las piedras de sal estaban entre el barro, flotando por la cantidad de agua. Un aspecto lamentable para como era antes.
         Empezamos a recoger una a una las ramas juntandolas a un lado, varios chicos se unian entre si y agarraban pedazos de troncos destruidos cargandolos sobre carchos de agua hasta el lugar en donde estabamos colocando todo lo destruido, algunas chicas iban sin miedo sobre el barro ayudando con lo que podian y otras tantas solo recogian piedras que estaban a sus alrededores mientras el resto haciamos el trabajo sucio.
         Luego de varias horas seguía teniendo un aspecto lamentable pero ya era hora del almorzar así que varios ya se habían ido. Yo decidi quedarme, les dije que fueran todos a comer que yo ya luego iria, se sorprendieron ya que yo era, digamos, estricta con mis minutos de comida. Sin embargo el bosque, esta cascada me importaba mas que un almuerzo y realmente necesitaba bastante cuidado con lo dañado que estaba, así que me quede sin mas y sin nadie mas en la cascada, empece a recoger ramas por aqui, ramas por allá.
         Esuche pasos y al girarme vi a Peter con su clan detrás, no parecían notar mi presencia, Ellos solo tenian ojos recorriendo todo el lugar, mirando estupefactos, incredulos y horrorizado lo que era su hermoso santuario pero ahora totalmente destruido.
         -¿Cómo…? – formulo Luna con un azul apagado en sus ojos.
         -Y estaba peor – Susurre y ahora los ojos de un clan entero me miraban, pero no me intimidaban – mucho peor en realidad.
         -¿Qué haces tu acá? – pregunto un chico al lado de Peter, Daniel, recordé de los recuerdos de Beca.
         -Pues tratando de volverlo a como estaba, cosa que creo que deberían hacer ustedes, despues de todo es su santuario ¿no? – dije alzando una ceja, Daniel parecía querer responder pero Peter le puso una mano en el pecho.
         -Tienes razón – dijo Peter mirando con recelo a Daniel – Empiecen – y en seguida como esclavos empezaron a recoger, lo hacían de una forma mas al estilo… ¿clan P? Ellos solo elevaban el agua del suelo y dejaban la tierra, piedras, hojas… en el suelo y devolvían el agua a su sitio original. Era tan… maravilloso.
         -Hola – me dijo Peter.
         -Hola – dije sonrojándome al recordar que no lo había visto desde que me beso.
         -No he sabido de ti en estos días – su mirada tan fija me inquietaba pero intentaba no demostrarlo, tenia exito.
         -Mmm…- dije y mire al piso – bueno será  mejor que vuelva a mi tarea – dije girándome y cuando pense que me sujetaría, se poso delante de mi. Me extraño que se manteniera cerca pero distante ¿ilogico? Quizás.
         -Ahora que ha parado de llover creo que podríamos reintentar lo de las clases de manejo – dijo con una pequeña sonrisa.
         -No lo creo – conteste cortante.
         -¿No querias aprender? Porque sin clases no creo que lo hagas.
         -No tengo tiempo – menti.                
         -¿Acaso tienes miedo? – pregunto con una sonrisa ¿picara?
         -¿Por qué abria yo, de tener miedo?
         -Porque te bese, y te gusto, y eso te asusta ¿no es así? – dijo dando un paso de manera de que quedaramos frente a frente.
         -A sido el peor beso de toda mi vida – parecio creérselo porque su sonrisa se fue.
         -O sea… ¿Qué no he sido el único que te ha besado? – su tono era inseguro, ingenuo, algo nuevo, algo…interesante.
         -¿Creias que fuiste mi primer beso? Por favor, claro que no y que quede claro que solo deje que me besaras porque no sentía mis huesos como para moverme.
         -¿Con quien fue?
         -¿Ah?
         -Tu primer beso ¿Con quien fue?
         -¿Para que quieres saber? – intente desviar el tema, ahora sonreía.
         -Lo estas inventando.
         -Ya, tienes razón, lo invento porque desearía que nunca me hubieses besado, sabias que no había besado a nadie y aun así me besaste y nadie te dio derecho de hacerlo ¿acaso te preguntaste si era eso lo que quería? – dije molesta. Su expresión volvió a ser seria – solo déjame en paz.
         (Narra Violeta)
         Miraba aquel desastre ocasionado por la tormenta, esto sin duda retrasaría el ir a acampar con Javier y eso solo me recordaba que tenia que hablar con Beca, una vez que estuviese de acuerdo de dejar salir a Peter con Flor podría irme, no estaba siendo egoísta, quizás un poco, pero Peter es un buen chico, o algo así.
         -Ya mejor vamos a almorzar – me dijo Melisa.
         -De acuerdo ¿Jazmín? – pregunte para saber si nos acompañaría.
         -No, vayan ustedes – dijo algo distante y distraída.
         -¿Qué sucede? – pregunte.
         -Nada, solo…- miro a ambos lados serciorandose de que no escuchaba nadie – fui a donde mis padres. A pesar de que Andrés dijo que no, fui y…- una lagrima silenciosa callo por su mejilla pero su mano la limpio en seguida. Acto seguido Melisa y yo la abrazamos.
         -Todo esta bien, tranquila – dije consolándola. Ella se separo.
         -Yo solo quería saber como estaban no les diría quien era ni…-miro al piso – pero se dieron cuenta de que miraba por la ventana y, yo no supe que hacer, ellos, me reconocieron, no se ni como, pero me reconocieron, quizás… porque soy igual a mi madre – dijo con una sonrisa nostálgica – y cuando supieron quien era yo solo… Sali huyendo. Ellos pudieron haberme aceptado, pero yo lo arruine…arruine mi oportunidad – de nuevo salían lagrimas por sus mejillas.
         -Pero podrias volver – dijo Melisa.
         -Lo he pensado pero… ¿y si en realidad no me quieren?
         -Es un riesgo que tendras que correr – le dije.
         (Narra Flor)
         Peter no me había molestado mas y yo aun no había ido a almorzar, pues aunque los P sacaron el agua en un instante la única que podía mover ramas era Rebecca. Eran como eso de las 7:00 y seguía recogiendo algunas ramas por la zona de la cascada, quedaban muy pocos, pero también poco que hacer así que decidi quedarme y terminar, mi estomago rugio. No comia nada desde el desayuno… hice una mueca.
         -¿Hambrienta? – dijo Beca detrás de mi – me dijeron que no almorzaste – dijo con cierto tono de reproche.
         -No he tenido tiempo.
         -Siempre hay tiempo para comer – dijo mientras hacia que cayera una manzana de un árbol – toma – la tome y le di un buen mosdisco – pero mas te vale que te vea cenar o tendremos serios problemas – dijo señalándome con el dedo índice.
         -Aja – dije mientras masticaba la manzana, ella sonrio y luego alzo algunas cosas.
         Cuando terminé de comer, becca me lanzo otra y agradecida la tome y empece a devorarla con gusto mientras la miraba, estaba bastante concentrada moviendo las ramas de un lugar a otro, mirandome y sonriendome de vez en cuando. Y así el tiempo paso volando hasta que el bosque estaba lo mas paarecido a como estaba antes, cene y luego fui sola hasta mi cuarto.
         -¡Oye! – voltee, Peter.
         -¿Qué quieres?  - pregunte irritada.
         -Queria que me acompañaras al festival de la luna.
         -¿Al festival de la luna?
         -Si, cada año…
         -Lo se, pero ¿quieres que vaya contigo? – pregunte, pues sabia que solo los P podían asisitir, a menos claro, que el jefe te invitara.
         -¿Por qué otra razón te invitaría?       
         -No soy una P.
         -Eso lo se – dijo divertido.
         -¿Entonces porque quieres que vaya?
         -Porque quiero pasar tiempo contigo, y se que amaras la vista, casi tanto como me gusta verte a ti – dijo y sentí un leve calor en mis mejillas.
         -L-lo pensare – dije abriendo la puerta de mi cuarto.
         -De acuerdo – dijo y beso cortamente mis labios, me quede petrificada ¿me había vuelto a besar? ¿Otra vez? ¿Cómo se atreve? ¡Eso es tan...! ¡Es un desubicado!. Sin embargo… me gusto aquel tacto, suave, frio y de alguna manera, tierno.
         Sacudi mi cabeza y apretando mis ojos frutrada  << No puedes pensar eso, ¡es Peter! >> me advertia mi mente una y otra vez. Entre a mi habitación y estaba vacia, no me preocupe por Beca, me supuse que estaría con Ángel. Yo solo estaba agotada así que me cambie y me tire en mi cama a dormir.
        
        
         Los rayos del sol golpeaban mi ventana y mis ojos se abrían lentamente. me estire sobre la cama y bostece abiertamente y al terminar de abrirlos vi una figura masculina sentada en el final de mi casa.
         -¡¿Qué haces aquí?! – pregunte exaltada sentandome rapidamente, aporandome sobre mis brazos.
         -Queria saber tu respuesta para lo del festival de la luna – dijo Peter con una pequeña sonrisa – y te traje el desayuno – dijo colocando una bandeja en frente de mi, con un apetitoso desayuno encima.
         -¿Cómo entraste?
         -Beca siempre deja la puerta abierta – dijo torciendo los ojos – ya esta en clases.
         -¿En clases? ¿Qué hora es? – pregunte alarmada por llegar tarde.
         -Es mentira, es sábado, no hay clases. La vi practicando junto a Andrés y Ángel en el prado.
         -Ya… - dije mientras empezaba a comer mi desayuno Peter sonrio con ganas – puedes irte – dije señalando la puerta, su sonrisa se borro.
         -No me ire hasta que me digas tu respuesta.
         -De acuerdo – dije limpiándome las manos – No quiero ir al festival. Ahora, fuera.
         -Como quieras – dijo caminando hacia la puerta.
         -¿No insistirás? – pregunte extrañada.
         -Se que te arrepentiras así que…- se encogio de hombros y se fue.
         (Narra Violeta)
         Mis ojos no veian nada, solo sentia las caricias de Javier en mi mejilla estaba acostada junto a el en su cama. El silencio era comodo, relajante, era increíble lo que el podía hacer con tan solo una caricia, un beso, simplemente una palabra de sus labios me hacia sonreir, me hacia sentir feliz, amada, deseada. Como si todo fuese innecesario, y no hubiese nada mas que el y yo ¿raro? ¿dramatico? ¿empalagoso? Quizás, pero así me sentia, como si el fuese aquella parte que siempre estuve buscando. Aquello llamado amor.
         -¿En que piensas? – pregunto en apenas un murmullo. Sentia su aliento en mi cuello.
         -En ti – dije abriendo los ojos. Una sonrisa se formo en su rostro y yo solo pude sonreir mas y besar cortamente sus labios – adoro estar contigo – dije sosteniendo su mano y acariciándola con el pulgar.
         -Yo AMO estar contigo – dijo haciendo énfasis en “AMO”
         -No tanto como yo – dije acercándome y sosteniendo su cuello entre mis brazos, de manera que ahora estaba debajo de el.
         -Mientes – susurro a escasos centímetros de mis labios.
         -Aja – dije sin importancia antes de besar sus labios. Suaves, mios, porque el era mio y yo era suya, que loco sonaba. El beso era suave, lento, lleno de amor. Entonces mi teléfono empezó a sonar. Empuje a Javier y cayo a un lado de la cama mientras yo lo tomaba.
         -¿Alo? – conteste sin ver quien era. Javier se puso a dejar cortos besos en mi cuello, cada beso dejando un pequeño hormigueo.
         -Hola, lamento interrumpir, se que estas con Javier pero necesito que le digas a Andrés que estoy contigo ¿de acuerdo? Ire a ver a mis padres  - dijo Jazmín.
         -Cuenta conmigo – dije algo jadeante. Javier había empezado a besar mi cuello, succionando y rozando su lengua con mi cuello.
         -Grac…-corte, lance el teléfono, ahora no me importaba. Me gire y empece a besar a Javier.
         UN PAR DE DÍAS DESPUES
        
         Habian pasado montones de cosas en tan solo un par de días, logre convencer a Beca con respecto a que Peter y Flor deberían salir… fue algo duro, sin embargo Flor le dejo claro a Beca que no importa. Que ella simplemente no quiere estar con el. Ademas mañana seria sábado y seria también el festival de la luna. Luego el domingo partiríamos a acampar para volver el martes por la mañana pues Ese día seria el consejo. Peter ya había enviado la carta y le habían respondido de forma neutral, cosa que no extrañaba a nadie. Jazmín había hablado con sus padres, estos simplemente la creyeron loca y luego de todos estos días lograron aceptarlo, aunque Jazmín se lo oculta a Andrés. Beca ha pasado estos días cuidando a Ángel, al parecer tiene gripe, y cuando un A tiene gripe… es algo complicado.
         Ahora estábamos las chicas provandonos atuendos para el festival de la luna. No era un evento exactamente formal pero dado a que era algo muy especial e importante había que estar presentables. Luna había venido a ayudarnos, estaba algo apartada y no se notaba muy comoda pero intentaba ser amigable con todas. Ahora solo miraba al vacio recostada de la pared, con unas botas de trenzas negras, sobre aquel pantalón del mismo color y una camisa también negra con una calavera en medio de color blanco con flores azul claro.
         Jazmín y yo estábamos provandonos conjuntos en los provadores. Ya llevábamos unos 10 conjuntos. Luego de casi 3 horas de pruebas cada quien tenia su conjunto y estábamos camino a nuestras casas.

         Yo tome un pequeño desvio al corazón del bosque. Me dirigi a la habitación de Beca y Flor con  el fin de hablar con Flor. Toque y tras escuchar un “adelante” entre y pude ver a Flor de acostada en su cama con la cabeza fuera de esta a centímetros de tocar el piso. Sus pies se recostaban en la pared y sus manos parecían enviar mensajes de textos mientras sonaba algo de música en la habitación.
         -Hola – dije y Flor giro a verme.
         -Hola – dijo sonriente - ¿y eso? – señalo mis bolsas.
         -Lo que me pondré mañana en el festival – ella hizo una mueca - ¿segura que no quieres venir?
         -No quiero ver a Peter. Ustedes solo fastidian con que a mi me gusta y con que yo le gusto, y no quiero eso.
         -Bueno… yo solo pasaba a ver como estabas y a preguntarte si ha pasado algo nuevo con lo de tus poderes.
         -Nada, simplemente, no importa cuanto practique mis poderes no funcionan. No pasa nada – dijo triste.
         (Narra Beca)
         Ángel dormia, era tan hermoso ver sus fracciones relajadas, que solo se movían al suave compas de su respiración. Había pasado estos días cuidándolo junto con su madre. Había pescado un resfriado y pues cada vez que estornudaba sus poderes se descontrolaban. La noche anterior casi quema su habitación. Me había rogado miles de veces que me fuera, que era peligroso para mi. Pero yo solo no queria. Le dije que sus poderes no me hacían daño, y el luego de mis insistencias acepto.
         Había pensado en lo de Peter y Flor, y llegue a la conclusión de que si Flor gustaba de el no era quien para prohibírselo, aunque debo admitir que me alegre al saber que ella no gustaba de Peter. Se que no es verdad, que se miente a si misma como yo con Ángel… mis pensamientos terminaron cuando Ángel despertó.
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SIENTO UN MILLON LA DEMORA! no tengo excusas.... x.x
 Solo quiero saber las dudas que tienen para en los pocos capitulos que quedan ir aclarandolas. Porque si... no acercamos al final :/ 
Le doy las gracias a Marie.C por ayudarme con el cap.
Prometo actualizar en lo que me queda de vacaciones mas seguido :*
LOS AMO Y GRACIAS POR LEERME.

miércoles, 31 de julio de 2013

Cap. 104: El consejo y el primer beso.

     (Narra Beca)
         Las manos de Flor temblaban. Esperaba junto junto a mi a fuera de la oficina de Clavel. En aquel gran pasillo donde yacían fotos de los A y de los P, generaciones y generaciones. Todo seguía pareciéndome tan mágico ¿algun día me acostumbraría? No lo se, parecía tan imposible…No había estado nerviosa hasta que Flor me dijo lo que le había contado Peter. Ahora solo me gustaría estar ahí dentro…
         -Quisiera saber lo que pasa ahí dentro – comento Flor mientras caminaba de un lado a otro - ¿no puedes hacerlo con una flor? Así como viste a Ángel y a Rosa besándose.
         -Gracias por recordarlo – dije sarcástica – y no lo se, supongo que debo intentarlo.
         -Apresurate – dijo animada, pero podía ver sus manos sudar.
         Toque una Flor e intente visualizar el interior de la habitación, no sabia muy bien que hacer… no vi nada. Intente de nuevo, pero fue el mismo resultado. Segui intentándolo hasta que me di cuenta de que empezó a dolerme la cabeza.
         -No lo logro – dije frustrada mirando a Flor.
         -Creo saber porque, tienes que abrir los ojos, tus sentidos se pasan a los de las plantas, si estas con los ojos cerrados no veras nada, así que tienes que abrirlos. Tus sentidos están conectados a la planta.    -Veo que has estado atenta en tus clases ¿no?
         -Pase toda mi vida intentado comunicarme contigo.
         Y cuando iba a hablar la puerta se abrió y empezaron a salir todos los profesores del corazón del bosque. Nos miraban, algunos con indiferencia, otros con  asco, pero la mayoría…con cierta admiración.
         -¿Dónde están Ángel y Peter? – pregunte mirando entre los profesores, pero las puertas volvieron a cerrarse – supongo que tendremos que esperar otro rato ¿no es así? – Flor asintió.
         (Narra Violeta)
         Estaba en la cascada, admirando las figuras de agua que hacia Javier para mi. Sonreía, parecía un niño con su video juego favorito, sonreí ante la imagen de Javier de niño.
         -¿Qué? – me pregunto tras hacer desaparecer una mariposa de agua.
         -Te amo…y siento lo de mi hermano – dije disculpándome como por enésima vez.
         -Ya te dije que no pasa nada, yo también tuve una especie de charla con Ángel cuando empezó a salir con Beca, aunque claro, no lo golpee, y creo que ni el la recuerda – hizo una pausa y se acerco hasta estar en frente de mi – yo también te amo – y beso cortamente mis labios.
         (Narra Luna)
         Irritante, simplemente irritante. Javier y Violeta estaban en la cascada y yo como buena persona que soy simplemente me fui para no interrumpir su – cursi – momento de novios. No es que estuviese celosa, en lo absoluto, es solo que quería practicar. Ahora me dirijia de vuelta a mi casa…al llegar me dirigi directo a mi habitación. Salude a los hermosos peces de agua salada que mi padre me había regalado en mi decimo cumpleaños y luego desperté a Selene.
         Los ojos ignoticos de mi búho me parpadearon. La solte del collar y deje que volara por mi habitación.
         -Estoy aburrida – comente en voz alta – quizás tu puedas ayudarme – dije mirando a Selene, quien se coloco en mi cama - ¿Qué te parece si molestamos la mente de uno de los A? – sonreí maliciosa. Selene asintió alegre – eso pense, pero…- alce mi dedo índice – debes prometer portarte bien, no quiero mas problemas. Solo algo de diversion.
         Tome mi chaqueta que aunque inecesaria me complementaba. Justo cuando me disponía a salir mi madre me envio un mensaje:
         << Hola mi niña, recuerda que tienes que organizar el festival de la luna, tu hermano se encarga del clan y tu de las festividades. >>
         Me tire en la cama molesta, Peter mandaba y gritaba de acá para alla y yo tenia que organizar una ceremonia, a la que todavía le faltaban semanas…El festival de la luna no es en si un festival, solo vamos generaciones y generaciones de clanes al punto mas alto del bosque y vemos la hermosa luna llena, la cual esta en su punto mas alto esa noche y mucho mas cerca. Es simplemente hermoso, como una caricia… los A le llaman el día negro, porque mientras nosotros, los P, nos sentimos llenos de dicha los A están como refriados…Lo que mas me gusta es cuando canto, capaz de ignotizarlos y hacer que se tiren de aquella montaña.
         Desde que naci he tenido multiples poderes, lo cual me ha limitado a hacer amistades, ahora es admirable mi poder, pero de niña, de niña era mi pesadilla. Los que eran hijos de P aun no lo sabían y me veian como un bicho raro pero me respetaban porque sus padres les obligaban, en cambio los que no eran hijos de P me trataban muy mal… no fue hasta que cumplieron 14 15 años que quisieron tratarme, y estoy segura de que solo por obligación. No me duele, me hizo fuerte, aprecio mi soledad, yo y mis poderes. Es maravilloso lo que llego a ser capaz con algo de agua cerca.
         Empece a mensajear ordenes a todos para lo del festival mientras apreciaba la vista de mi ventana, aunque no había nieve el cielo estaba cubierto por una amplia neblina y casi todo era gris o verde. Una vista maravillosa, tan solo el aire en un día caluroso tenia aire…no tienen idea de las maravillas que era capaz de hacer con niebla.
         Luego de un rato mensajeando y mensajeando estaba totalmente aburrida, así que envie a Selene al bosque a ver que estaba pasando. Selene y yo estábamos conectadas por decirlo así, ella no funcionaba sin mis poderes así que era parte de mi… podía ver lo que ella veía, escuchar lo que ella escuchaba e incluso controlar cada uno de sus movimientos.
         Selene se adentro al bosque y vi como volaba y volaba sobre los aires, era maravilloso cuando lo hacia, porque sentía que volaba, la brisa en cada parte de mi cuerpo, ese cosquilleo en el estomago que me afirmaba que estaba sobre los aires y la vista…oh, la vista era sin duda encantadora.
         Le mande a posarse en la ventana de Clavel, pues sabia que había una reunión super urgente. Era astuta, y mi querida Selene también, sin problema se poso detrás de unas ramas, de modo de que no la vieran pero ella sin problema los veía, y los oia también.
         -Estas exagerando – le dijo mi hermano a Clavel.
         -No lo hago, esas dos podrían destruirlo todo en un berrinche – dijo Clavel.
         -Ángel dile…-intento decir Peter pero Ángel le interrumpio.
         -¿Para que? No cambiara de opinión, es cerrada e injusta, llena de prejuicios sin pruebas. Le teme a lo desconocido, siempre fue así ¿o que no recuerdas que quiso matar a tu hermana por los poderes que poseía?
         ¡¿Qué?!
         -Eso es agua pasada – dijo Clavel – y no permitiré que un niñito como tu me insulte de esa forma. Ustedes deciden, o hacen que se muden a otro continente, y solo a otro continente, no menos, o las encerramos en el árbol. 
         -¿Tu estas de acuerdo? – le dijo Peter a Alexander.
         -Eso es inrrelevante – dijo Alexander mirando al vacio – solo cumplan las ordenes.
         -¡No lo puedo creer! – grito mi hermano – me lo esperaba de Clavel pero ¿de ustedes? ¿no se supone que las quieren? ¿no estas tu enamorado de Beca? – señalo a Ángel – y ¿Qué tu no eres como el padre sustituto de Flor? ¡Son unos cobardes! – grito molesto.
         -La decisión esta tomada – dijo Clavel.
         -¡No, convocare un consejo y ahí veremos que decisión se toma! ¡Usted tiene poder, lo acepto, siempre lo he respetado, pero yo también lo tengo! – sentencio molesto antes de cerrar con un portazo, Ángel le siguió y cuando Alexander iba a seguir la misma acción Clavel le llamo y el volteo.
         -Sabes que es lo mejor…- Alexander no dijo nada, solo se marcho.
         Envie a Selene de vuelta, pero empezó a llover y Selene no podía volar con ese clima, era muy fuerte para ella. Así que decidi ir por ella.   
         El bosque ya era como recorrer mi escuela, quizás mi casa… llegue en cuestión de segundos al corazón del bosque pero por alguna razón no conseguia a Selene en donde había estado la ultima vez. Intentaba comunicarme con ella pero simplemente no veía nada. Sentía una sensación de miedo, de terror. Solo espero que este bien, porque si alguien le hizo daño… bueno será que se esconda porque hare sus peores pesadillas realidad.
         (Narra  Beca)
         -Tu novio es un cobarde – me gruño Peter pasando hecho humo por un lado. Flor fue detrás de el.
         -¿Qué paso? – le pregunte desconcertada a Ángel, el solo me miro culpable.
         -Nada…solo... ¿vamos a dar un paseo si? Sabes que este lugar no me gusta – dijo tomando mi mano y jalándome fuera.
         Aunque me picaba la curiosidad le daría su tiempo. Ya me diría…
         (Narra Flor)
         -¡Peter! ¡Espera! – le grite intentado alcanzarlo, freno de golpe y se giro a mi, intentando calmarse, aunque por alguna razón el clima a nuestro alrededor se volvió mas frio y totalmente blanco, lleno de neblina, solo lo veía a el. Mis brazos se congelaron. Y ademas, empezó a llover - ¿-Q-que paso-o? – tartamudee por el frio. El agua me helaba cada hueso.
         -¡Clavel! Eso paso, piensa alejarte a ti y a Beca de acá, o encerrarlas en el árbol ¡Todo porque es un cobarde! ¡Al igual que Ángel y Alexander! ¡Los hubieses visto! – gruño muy molesto – estaban sin decir nada, como si les diese igual ¡son unos idiotas!
         -P-ero c-cal-mate un poco ¿n-no? – intente decir con los dientes tiriteando.
         -¿¡Como quieres que me calme!? ¿si la primera vez que de verdad siento que me enamoro, que floto sobre las nubes, viene una vieja a decirme que va a hacer que ese sentimiento se rompa? – dijo ahora dolido.
         -¿Q-que d-d-dices? – intente decir porque mis pulmones me dolían por el frio.
         -Que estoy enamorado de ti Flor – dijo colocando sus dos manos heladas en ambos lados de mi rostro. Yo ya ni siquiera podía moverme, o hablar siquiera, no se si por las palabras o porque aquel frio me consumia – y yo…yo no quiero perderte – entonces acerco sus labios a mi y suavemente los presiono contra los mios, para luego abrirlos un poco y cerrarlos a su paso. Mi primer beso… era tan tierno, calido, a pesar de que mis labios estaban congelados y aquella agua me congelaba la sangre, su piel, sus caricias, sus labios eran calidos, encajaban a la perfeccion entre los mios. Mis ojos estaban cerrados, creo que mis pestañas estaban pegadas, pero no me importaba.
         Cuando los labios de Peter dejaron los mios todo se nublo.
         (Narra Violeta)
         Me había conseguido a Selene vagando por el corazón del bosque, supuse que se había perdido o que quizás intentaba escaparse, de una u otra forma la encerre con cuidado en mi bolso, le entraba aire aunque de seguro no veía nada. Ahora iba de camino a casa de Luna  entregársela, la verdad es que se me era algo complicado con la intensidad de aquella lluvia.
         (Narra Beca)
         Estabamos caminando hacia la cima de aquella montaña. Luego de tanto subir la lluvia fue sesando hasta que no nos caia ni una gota. Ángel dijo que era por la altura, la verdad es que había una gran neblida pero mi hermosos collar y me hermoso novio me mantenían a gusto. Cuando estábamos mas cerca del antiguo escondite de Peter y Ángel, mi novio saco un pañuelo y me cubrió los ojos con el.
         -¿Esto porque?
         -Quiero sorprenderte – me susurro y con su mano me fue guiando.
         (Narra Peter)
         Luego de besarla, de disfrutar aquel momento, me di cuenta de que estaba congelada.
         -¿¡Flor!? – grite mientras la sacudia. La llame un par de veces mas y al ver que no respondia la cargue y la lleve hasta la cabaña.
         Que idiota había sido, debi haberme dado cuenta de que ella si sentía el frio. Su aspecto me preocupaba, seguía siendo hermosa, pero sus labios se tornaron morados, su piel era casi transparente y sus uñas estaban casi azules. Entre a la cabaña y no vi a nadie. Coloque rápidamente leña en la chimenea y prendi con un llesquero aquella madera. Acerque el sofá en donde había acostado a Flor minutos atrás y la acerque al fuego. Entre a una de las habitaciones, supuse que seria la de Andrés y saque varias cobillas y las coloque sobre Flor.
         Estaba preocupado, muy preocupado. No podría perdonarme si lastimaba a Flor, ahora entendia aquello entre Ángel y Beca, ese amor que siempre se desmostraron mis padres y los de el. Porque yo me sentía exactamente así con Flor… precipitado, apenas y la conocía, pero ¿Qué puedo decir? Siempre fui alguien impulsivo…quizás apasionado. Ahora solo quería acariciar sus cabellos, sus labios, sus largas pestañas…pero me daba miedo tocarla, mi tacto era frio, y yo quería que se mejorara.   
         Senti llegar los recuerdos de cuando era niño y no quería tener mis poderes porque eso implicaba dejar de ser amigo de Ángel. Así me sentía ahora, no quería tener mis poderes, porque con ellos lastimaba a la chica que quería, que amaba…. Solo quería poder ser como Ángel, poder darle calor…
         -Mmm…-un pequeño gruñido salio de los labios de Flor y poco a poco fue abriendo los ojos. Me acerque hasta estar frente a ella, a pesar de que el fuego me hacia sentir debil – hace calor – murmuro limpiándose ambos ojos como una niña pequeña.
         No me había dado cuenta de que estaba sudando. Con cuidado de no tocarla le quite todas las mantan que le coloque encima. Luego de que ella se percato de donde estaba hablo.
         -¿Qué hago en la cabaña?
         -Es que te desmayaste por el frio, creo que te dio hipotermia – entonces sus ojos se ampliaron como platos.
         -Me besaste – afirmo sin expresión alguna.
         -Si…y tu me respondiste – dije sonriendo.
         -¿¡Que!? – grito – yo no hice tal cosa, no podía moverme por el frio, estaba plantada como hielo. Creeme yo jamas te hubiese besado, y eres un idiota, el mas grande de todos – dijo molesta y saliendo por la puerta de la cabaña.
         (Narra Beca)
         -¿Llegamos? – pregunte luego de que nos detuviéramos.
         -Si – me susurro meintras desacia la venda  - abre los ojos.
         La vista era sin duda hermosa. El sol brillaba en el cielo naranja y aquel paisaje que se veía antes quedo tapado por la niebla, era como si estuviésemos sobre el cielo, sabia que era niebla, pero toda estaba a la altura de mis pies. El vacio de la punta no se veía, solo algo blanco parecido a algodón. De no saber que las nubes era solo agua en estado gaseoso hubiese saltado.
         -Es tan hermoso…-murmure maravillada.
         -Solo porque lo comparto contigo – dijo abrazandome por detrás y besando mi hombro.
         -Te amo – dije mirando sus ojos color miel.
         -Yo también te amo – dijo y me dio un corto beso en los labios.
         Nos quedamos admirando la vista. El sol bajaba poco a poco por aquella muralla de nubes, este era sin duda el mas lindo atardecer. No quería romper el momento, aquella paz infinita que sentíamos estando el uno junto al otro, pero quería saber que había sucedido, sabia que esta era una distracción. Sin embargo deje que Ángel se recostara en aquella manta y almohadas que seguro trajo el. Yo le acompañe y me acurruque en su pecho, deje que acariciara suavemente mi mejilla y que cada cuanto me depositara un beso en el cabello.
         -Clavel no las quiere acá – dijo al fin. Me quede callada sabiando que habría mas – Peter se puso histérico al ver que yo no dije nada, hasta le grito a Alexander. Creo que después de todo si quiere a Flor… yo no dije nada, admito que si fue un cobarde. Se que lo fui… lo lamento, la verdad no se que me pasaba, creo que me lo esperaba y sabia perfectamente que mis esfuerzos no servirían, sin embargo debi objetar – se lamento.
         -Hey – dije sosteniendo su cara entre mis manos – lo entiendo, te amo igual – bese sus labios cortamente – ya veremos que hacer…
         -Peter convocara al consejo.
         -¿Al consejo? – pregunte extrañada.
         -Si, digamos que esta constituido por mi abuelo el abuelo de Peter, nuestros padres, nosotros, Clavel y el guardian que vino antes que ella.
         -¿Por qué no he escuchado de el?
         -Porque se le llama en casos estrictamentes necesarios. Principalmente porque los A y P que ya han tenido nietos suelen irse a una alta colina y vivir en paz allí con su esposa… y la guardiana que estuvo antes de Clavel…bueno a ella nunca la he conocido realmente. Ahora que lo pienso, no creo que se haya convocado un consejo en los últimos 70 años.
         -¿Cuándo seas viejito seguiras con tus poderes? – pregunte interesada.       
         -Si, mi abuelo sigue conservándolos… la verdad es muy quisquilloso, y obstinado... lo he visto poco. Aunque lo suficiente para amarlo como mi segundo padre.
         -¿Nosotras estaremos en el consejo?
         -Deberian, tengo entendido que el problema debe estar para defenderse si puede hacerlo, luego debe irse para que el consejo delibere. Se supone que se reúnen clanes y guardianes en la sala de consejos subterráneos, es como una corte. Solo que los jueces somos nosotros.
         -¿Ahí una sala de consejos subterráneos?
         -Si, pero como te dije no ha habido una reunión del consejo en los últimos 70 años, por lo que debe estar abandonada. Supongo que la limpiaran y arreglaran. Aunque no se si lo lleven a cabo. Nuestros padres deben estar de acuerdo, igual que la que estaba antes de Clavel y también nuestros abuelos. Es un proceso algo complicado para llevar a cabo. Y aunque se lleve a cabo nada nos garantiza que funcione.
         -Yo pense que física era complicado hasta que entre en este mundo de los clanes, cada día aprendo algo mas raro.
         -Lo común es aburrido.
         -Buen punto – acepte – ya esta anocheciendo y quiero tener una seria charla con Flor sobre Peter.
         -Oh vamos mi vida, Peter no es tan mal chico, hoy demostró que Flor le importa.
         -No quiero a Flor cerca de el, simple – dije molesta.
         -¿Por qué te importa tanto? – pregunto ahora sentándose y mirándome algo ¿pensativo – tu no…tu no estaras celosa ¿verdad? De Peter me refiero.
         -¡No! – dije de inmediato – yo te amo a ti – dije jalando el cuello de su camisa de modo que quedara sobre mi – jamas vuelvas a pensar eso, nunca mas ¿de acuerdo? – afirmo y luego me beso, amaba esos besos, suaves y pausado, donde nuestros labios jugaban y nuestras manos acariciaban el cuerpo del otro.
         (Narra Violeta)
         Había buscado a Luna en miles de sitios pero no la había conseguido así que decidi llamarla.
         -¿Alo? ¿Luna?
         -Violeta ahorita estoy un poco ocupada así que adiós – dijo y colgó.
         Le extraño aquella actitud, pues si, Luna era algo rara pero siempre le había parecido que tenia muy buenos modales. Decidio ir a su casa y esperar a que llegara. Cuando llego Peter le abrió.
         -¿Flor te envio? – pregunto con cierto brillo en los ojos.
         -¿Flor? ¿Por qué debería de enviarme? – pregunte.
         -Por nad… ¿Qué quieres?
         -Venia a traerle esto a tu hermana – abri mi bolso y Selene salio disparada. Parecía querer morderme que Peter dijo que no alcance a escuchar y de nuevo era pura plata. Cayo sobre la mano de Peter.
         -Es muy traviesa, igual que su dueña – se quejo – gracias por encontrarla, Luna lleva casi que toda la tarde buscándola.
         -No es nada. Adiós.
         -Espera – hizo una pausa – tu eres amiga de Flor…
         -Si…¿Por qué?    
         -Sabes si…tienes alguna idea de como…
         -¿De como que? – pregunte algo divertida ante la inseguridad de Peter.
         -Quiero invitarla a salir pero se que dira que no ¿alguna idea?
         -No quiero meterme.
         -Vamos Violeta, se que le gusto pero Beca no esta de acuerdo…
         -Ahora menos me meto…
         -Por favor... ¿que te parece favor por favor?
         -Hablar – dije cruzándome de brazos.
         -Se que quieres ir a acampar con Javier pero yo no le he dejado porque no lo quiero lejos. Si me ayudas, le dare el permiso, solo tienes que lograr que vaya. Solo eso.
         -No quiero traicionar a Beca…
         -No la estaraas traicionando.
         -Entonces le puedo decir ¿no?
         -No – sonreí victoriosa – pero porque sabes lo terca que es y que ni siquiera me ha dado una oportunidad para demostrarle que no soy el idiota que piensa. ¿no crees que siquiera merezco una oportunidad?
         -Ok, te doy la razón, pero solo te ayudare si primero logro convencer a Beca de que te de una oportunidad, ahí si te ayudare a que Flor acepte – entonces Peter me abrazo fuertemente – pero solo cuando este segura, y ademas del acampado quiero que este año se les permita a los guardianes asistir al festival de la Luna.
         -¿Qué? Eso no…
         -Entonces olvida el trato – dije volteándome.
         -De acuerdo, de acuerdo – sonreí triunfal.
         (Narra Flor)
         Estaba un poco – solo un poco – confundidda. Peter me había besado, me había dado mi primer beso y me había gustado, sin embargo, el no me gusta, me agrada, lo admito pero no me gusta. Ademas, es un idiota, era mi primer beso, debía ser especial, pero tenia que venir el y arruinar el maraviloso día – de amigos – con aquel gesto impulsivo y desconciderado de su parte, ¿pero de que me sorprendo? Es Peter, solo piensa en el, y es muy estúpido si cree que soy tan estúpida como para creer que me ama.
         En  ese momento Beca entro a la habitación.
         -Hola – dijo con una amplia sonrisa tirándose a su cama – tu y yo tenemos que hablar – dijo quitando aquella sonrisa.
         -Beca, yo ya te explique, no pasa nada entre Peter y yo.
         -No te creo, hoy fueron juntos a la playa y Ángel me conto 2u4 te había defendido Ya te he dicho que…
         -¿Cómo que me defendió? – pregunte levemente interesada.
         -Si ¿no te lo dijo? Incluso piensa llamar al consejo.
         -¿Consejo?
         -Si, es un poco complicado… De vuelta al tema, te quiero lejos de Peter.
         -Puedo cuidarme sola y hare lo que quiera.
         -No – dijo y amarro mis muñecas a la cama – haras lo que yo diga.
         -Justo ahora actuas como Andrés – su car cambio y solto mis muñecas.
         -Tienes raazon, debo confiar en ti, es solo que no quiero que te lastimen.
         -Soy fuerte. Tranquila ¿si?
         -Si, ahora vamos a cenar.

         Pasaron un par de días hasta que llego el hermoso viernes. Durante aquellos días no paso adsolutamente nada. Evitaba a Peter, y había caído una muy fuerte tormenta por lo que nadie pudo salir o entrar al corazón del bosque. Ahora teníamos que recoger los arboles caidos y revisar si había sufrido algún daño el bosque.

viernes, 19 de julio de 2013

Cap. 103: El mejor/peor dia.



         Las clases en el corazón del bosque fueron suspendidas, gracias a que los profesores debían discutir el tema de la carta con  Alex y Clavel, la verdad no se muy bien para que. Gracias a eso aprovecharía el día explotando a mi exclavo de un día, Peter, el había decidido faltar a clases, me daba exactamente lo mismo. Luego de desayunar fui a la habitación y mientras Beca dormia plácidamente yo me coloque un pantalón tubito de color negro, una camisa de esas que están de moda largas y sin mangas, de colo blanco con puntitos rojos al igual que el cuello, mi cabello en una trenza de pescado y zapatillas rojas, tome un diminuto bolso de medio lado color rojo y Sali para que Peter me enseñase a conducir.
         Habiamos quedado en reunirnos en la cascada, serian como eso de las 7:00. Llegue y lo encontré recostado de una roca con los brazos cruzados, al mirarme sonrio y yo gire los ojos en repuesta.
         -Vamos que no tengo todo el día – dije sin acercarme a saludarlo.
         -No eres muy amable en las mañana ¿cierto? – dijo caminando a mi lado hacia, me imagino, su casa.
         -No cuando estoy contigo – dije seca.
         -Sigo sin entender porque me odias.
         -No te odio, solo no me agradas.
         -Para mi es lo mismo.
         -Me da igual – conteste sin interés.
         Llegamos a la calle que tantas veces visualice en la mente de Beca. Entramos a la casa de Peter. Me sentía algo timida de repente, me encontraba en un lugar que no conocía, el bosque era mi lugar, fuera de el… desencajaba.
         -Bueno ire por las llaves de mi auto y empezaremos – dijo subiendo las escaleras.
         La casa de Peter era exactamente igual a la de Ángel, o bueno a la que vi desde la mente de Beca, la única diferencia es que todo lo que debería ser rojo, era azul marino y solo algunas paredes eran blancas, la mayoría eran negras, y la cerámica era de un gris como si de una roca se tratara.
         -¡Listo! – exclamó Peter llegando a mi lado con las llaves.
         -Tu casa es bonita – sonrio ante el cumplido – se parece a la de Ángel – ahora hizo una mueca.
         -Vamos – dijo ignorando mi ultimo comentario.
         (Narra Violeta)
         -Javier, lo he pensado, lo mejor es terminar. No quiero arruinarte la vida y aunque te amo demasiado, debo dejarte ir… no, no, no – dije mirándome al espejo.
         Simplemente no podía terminar con el, no podía, no quería, y no lo haría. Tenia que conseguir una forma de que Andrés cambiase de opinión, no podía ser así, simplemente no podía. El no era mi padre, no tenia porque prohibirme estar con Javier porque nos encontró bensandonos, si, quizás estaban subido de tonos los besos pero no era para que me prohibiese estar con el. Hoy mismo solucionaria ese asunto.
         Sali del baño ya arreglada con un shorts negro y un sueter blanco con rayas horizontales moradas, unas Vans del mismo morado que el de las líneas del sueter y mi cabello alrededor de mis hombros cayendo en ondas.
         -Buenos días – dijo Andrés mientras bebia un vaso de jugo de naranja. No le respondi - ¿piensas ignorarme? – preguntó tranquilo mientras yo abria el refrigerador sin mirarle y sacaba algo de jugo. Acto seguido tome el emparedado que deje ayer y lo calente en el microondas – sabes que lo hago por tu bien, en el fondo lo sabes. Javier se la pasa de chica en chica ¿Qué te hace pensar que no solo quiere desvirginarte y luego irse?
          Las palabras se clavaron como cuchillos en mi pecho. Quizás porque podía tener razón, pero me negaba a creerlo, si, Javier me había dicho que me amaba, me lo había demostrado, no dudaría de el. No ahora.
         -Violeta eres mi hermanita, se que ya has crecido y que no me necesitas como antes, pero siempre seras mi hermanita. Y el solo pensar que Javier te puede lastimar… me atormenta, me llena de rabia y sabes que soy una persona posesiva… solo espero que lo entiendas – el microondas produjo un pitido, eso fue lo único que se escucho mas nada. Saque mi desayuno y me dirigí a mi cuarto con el.
         Coloque el desayuno en el escritorio y me acosté a llorar. No quería pensar como Andrés, no quería imaginar que la única razón de que Javier estuviese a mi lado era para acostarse conmigo, pero algo en mi dudaba, dudaba de que el me amara como lo decía ¡¿Por qué soy tan insegura, mierda?!
         Limpie mis lagrimas y busque mi teléfono para enviarle un mensaje a Javier, no me importaba mis dudas, quería verlo, quería estar con el. Lo necesitaba para estar bien… ¿Cuándo me volvi dependiente de un chico? ¿Cuándo?
         (Narra Flor)
         -¡Mierda! – grito Peter ante el frenazo que di – tu sin duda pretendes matarnos – dijo mirándome – ya no mas. Yo conduzco. Si seguimos así me quedare sin mi hermoso auto y probablemente sin vida – sentencio quitándose el cinturón de seguridad.
         -Vamos Peter, quiero aprender… - dije mirando a Peter con ojos suplicantes.
         -Ni siquiera sales del bosque y tampoco tienes un auto ¿para que quieres aprender?
         -Porque… porque seria la única cosa que yo haría que Beca no – susurre avergonzada.
         -Así de que eso se trata, quieres ganarle a Beca en algo – afirmo.
         -Es que ella es perfecta en todo, lo tiene todo también, al novio, los padres, los amigos… toca piano, dibuja, baila excelente, y controla las plantas….yo…solo soy yo.
         -Flor – dijo ahora acercándose a mi – tu eres tan especial como lo es Beca. Tu también tienes padres, solo que están, según dijiste, en otro mundo, tu también tienes amigos, yo soy uno, y tu… tu también puedes tener un novio…- dijo acariciando mi mejilla y acercándose MAS a mi.
         -Tu y yo no somos amigos – dije girándome - ¿me enseñaras o no?  - su mirada ya no era tan intensa, ahora parecía tristes, quizás desilucionada, dándole un azul algo apagado.
         -De acuerdo. Intentemoslo de nuevo.
         (Narra Violeta)
         Luego de un buen rato colocando mi habitación patas arriba llegue a la conclusión de que mi teléfono no estaba-
         -Devuelvemelo – le exigi a Andrés colocándome frente al televisor.
         -No se de que me hablas.
         -Mi teléfono, se que lo tienes, damelo.
         -¿Para que lo necesitas?
         -No tengo porque decírtelo.
         -Es para hablar con Javier ¿no? – mire al piso – lo supuse. No te lo dare.
         -Como quieras – dije mientras me dirigía a la puerta. La intente abrir pero tenia seguro - ¡No puedes encerrarme!  - le grite molesta.
         -Si que puedo, hasta que entres en razón, y ni intentes salir por la ventana porque anoche la celle. Tampoco busques tu laptop.
         -Simplemte no puedes encerrarme como si fuese un criminal ¡Por los Guardianes! ¡Que solo nos besábamos!  - grite.
         -Di lo que quieras – su tranquilidad me crispaba de enojo.
         -¡Vete a la Mierda! – le grite mientras trancaba de un portazo mi puerta.
         Entonces vi algo en mi ventana, era Javier que me sonreía. Me acerque a ella, definitivamente estaba cerrado. Me señalo su teléfono, negué con la cabeza, y busque pluma y papel. Había un diminuto orificio debajo de la ventana, le escribi una nota y se la pase:
         << Andrés esta como loco, me ha quitado todo y también me encerro. Lamento lo de ayer >>
         El miro la nota y vi que no tenia lápiz, por allí no entraba uno…puse mala cara. Le escribi otro papel.
         << Ve por Beca, dile que venga. Que tiene que entrar. Te amo >>
         El movio los labios diciéndome un “Yo también te amo” y fue en busca de Beca.

         (Narra Flor)
         -Ya vas mejor ¿no te parece?
         -Peter, solo he recorrido de tu casa, a la casa de al lado.
         -Y para mi es mas que suficiente – dijo Peter riendo y quitándose el cinturón para salir.
         -¿De verdad soy tan mala? – pregunte algo desilucionada. Peter cerro la puerta y se volvió a acercar a mi.
         -Apenas y empezaste a usar tu cuerpo, a mi me tomo casi 3 meses aprender a conducir. Era muy idiota respecto a la palanca y a no confundir el freno con el acelerador… solo es cuestión de practica, no aprenderás el primer día.
         -Pero tu solo seras mi esclavo por uno.
         -Puedo enseñarte luego. 
         -¿De verdad? – pregunte ilusionada.
         -Claro – dijo sincero entonces lo abrace. El dudo, pero me correspondio el abrazo.
         -Gracias – dije soltándome - ¿Qué hora es? – pregunte.
         -Las 11:00.
         -Sera mejor que me vaya.
         -¿O que tal si te invito a comer? – no me parecía buena idea – solo como amigos, lo prometo, mejor dicho como esclavo y alteza – rei - ¿eso es un si?
         -Si – afirme.
         -Sin animos de ofender pero… yo conduzco.
         -De acuerdo con eso – dije mientras salía para tomar el lugar de copiloto.

         (Narra Violeta)
         Esperaba a que Beca llegara, hace rato que debio estar aquí… Andrés seguía en su postura, yo encerrada en mi habitación soltando una que otra lagrima silenciosa. De repente alguien toco la puerta y yo solo me asome para ver quien era. Andres miro por la ventana y luego abrió la puerta.
         -¿¡Por que mierda encerraste a Violeta!? – le pregunto Beca notablemente molesta entrando. Andres cerro la puerta.
         -¿Cómo te enteraste? – entonces el semblante tranquilo de Andrés cambio – Javier…
         -Si, no puedo creer que en serio pienses que así solucionas algo – dijo muy molesta.
         -Es mi hermana, se lo que es mejor para ella.        
         -¡Por Dios Andrés! – grito Beca exasperada – ¿siquiera pienas lo que haces? Encerraste a tu hermana, literalmente la ailaste, y solo porque se besaba con un chico, con su novio, ni siquiera con un desconocido, déjame decirte que no me importa lo que tengas que decir, a Violeta me la llevo.
         -¡No puedes hacer eso!
         -Ya lo estoy haciendo – le dijo mientras se acercaba a mi habitación. Andrés parecía querer decir algo pero la planta de la esquina de la sala le cubrió la boca y le amarro manos y pies – estoy harta de escuchar tus boberías posesivas – le dijo – recoje tus cosas – dijo mirándome amable.
         De inmediato me fui a ello.
         (Narra Beca)
         -Mira, entiendo por lo que pasas, tengo una hermana menor también. Sin embargo, no estas actuando de la mejor forma. Se que eres muy terco y sigues pensando que estas en lo correcto. Así que te dejare así hasta que lo crea conveniente – Andrés intentaba decir miles de cosas pero esa rama en su boca no le dejaba. Movi mi muñeca y se libero.
         -Beca estas cometiendo un error, no puedes solo encerrarme aquí porque no crees que este en lo correcto…-entonces se percato de que el hacia lo mismo.
         -Ves que no es bueno cuando es a ti a quien te lo hacen ¿no?
         -Yo tengo mis razones – se defendió.
         -Y yo las mias Andrés ¿en serio quieres perder a Violeta? ¿por algo tan tonto? Porque déjame decirte que eso de los clanes se queda muy, muy chico comparado con esta niñería tuya. Me parece de lo mas infantil que yo tenga que venir en mi día libre a solucionar los problemas entre tu y Violeta.
         -Nadie te pidió que vinieras.
         -Violeta lo hizo, y aunque no lo hiciera hubiese venido. Ambos son como de mi familia, odio que discutan, se que piensas que siempre estoy de su lado, pero también estoy del tuyo. Tienes que pensar con claridad Andrés.
         -De acuerdo, no la encerrarre.
         -Ni le prohibiras ver a Javier.
         -Eso…-le interrumpi.
         -Es mi hermano, cuida tus palabras – le adverti.
         -No me parece – refunfuño.
         -¿Por qué no le das un voto de confianza a Violeta? Dejala crecer por si solo, si se cae, puedes partirle la cara a Javier y ayudarla a levantarse, pero tiene que ser ella la que cometa sus errores, no siempre la podras mantener en una burbuja de cristal. Es mas fuerte de lo que crees – dije recordando ahora a la madre de Violeta.
         -Lo aceptare, pero no me agrada la idea. En lo adsoluto – dijo mirando a otro lado.
         -Con eso me basta – dije y lo libere el se levanto y se acaricio las muñeras.
         -Has mejorado mucho – me dijo.
         -Casi que ni como practicando – dije y en eso salio Violeta con un monton de maletas y cajas – Andrés cambio de parecer, puedes quedarte – entonces Violeta me abrazo y me dio ls gracias.
         -Con una condición – ambas no giramos a Andrés – tendre una charla contigo y Javier.
         -¿Ah? No, eso no – dijo Violeta.
         -Violeta, cede un poco, esto es dando y dando…- le dije.
         -¿Ahora eres consejera familiar? – pregunto Andrés.
         -La verdad es que no me iria mal ¿sabes? – dije bromeando – ya en serio, vine solo para arreglarlos a ambos. Tengo planes así  que adiosito – dije besando la mejilla de cada uno – y si vuelven a pelear los amarrare a ambos en un tronco – les amenace.
         (Narra Flor)
         Peter conducia algo rápido, yo miraba cada uno de sus movimientos intentando aprender algo, pero rápidos, sincronizados, a mis ojos les costaba un poco seguirlos. Llevábamos un rato en carretera y parecía que nos alejábamos.
         -¿A  donde vamos? – pregunte.
         -A comer…- levante una ceja – conozco un excelente restaurante esta algo lejos pero de seguro te encantara ¿has ido a la playa?
         -He visto a través de Beca como es.
         -Te encantara – me aseguro – siquieres duerme, el camino es algo largo.
         -No estoy cansada ¿tu?
         -Luego de que me tuvieses de un lado al otro toda la noche… un poco – dijo dedicándome una media sonrisa.
         -Si bueno… a la otra no apuestes contra mi.
         (Narra Violeta)
         Había un perturbante silencio en la sala. Estaba sentada junto a Javier y Andrés nos miraba a ambos de pie frente a nosotros, creo que en realidad examinaba a Javier.
         -¿Ya han tenido relaciones?
         -¡Andrés! – le grite molesta por su atrevimiento, no era su problema.
         -No – contesto Javier ¿Por qué actuaba tan normal ante esta situación? El debería estar mas molesto que yo ¿no?
         -¿Seguros? – dijo mirándonos a ambos.
         -Maldita sea Andrés ¿acaso quieres una prueba? – le pregunte exasperada.
         -¿Con cuantas te has acostado Javier?        
         -Eso no es de tu incumbencia Andrés.
         -¿Cuántas?
         -Andrés, es mi novio, no el tuyo.
         -¿Tienes alguna enfermedad de transmicion….?
         -¡Andrés! ¡Basta! Nos vamos – dije tomando a Javier de la mano – no seguire aquí mientras interrogas a mi novio como si fuese un delincuente.
         (Narra Flor)
         Me había quedado dormida. Al despertar vi que Peter me observaba, parecía que ya habíamos llegado.
         -¿Ya llegamos?
         -Si – dijo con una hermosa sonrisa – míralo por ti misma.
         Me sente y vi el inmenso océano, era sin duda maravilloso. El azul del cielo… abri mi puerta y me baje, sentí algo blando bajo mis pies, me quise quitar los zapatos y sentir los granitos de arena en mis pies, pero me contuve. Era todo tan maravilloso, la brisa, el olor a algo salado pero… tan exquisito. Habían muy pocas personas en aquella playa, casi minimas. Cerca, estaba un gran restaurante.
         -¿Vamos a comer? – me pregunto Peter. Yo mire al océano, temiendo que desapareciera – tranquila, tenemos todo el día – dijo sonriéndome – luego podemos quedarnos un rato.
         -De acuerdo – le dije.
         Entramos al restaurante. Tenia varias ventanas dejando entrar la brisa marina, las paredes eran de un azul claro con adornos en blanco, todas las sillas y mesas de un color crema. Nos sentamos en un lugar con vista a la playa, Peter abrió mi silla y yo sonreí ante ese gesto para luego sentarme.
         El camarero se acerco y nos dejo los menus, yo la verdad que no conocía ni la mitad de los platos, subi la mirada y vi que Peter me observaba.
         -¿Por qué me miras de esa forma? – le pregunte volviendo a mirar mi menú.
         -Eres admirable Flor. Por eso te miro.
         -Guardate los cumplidos – le infome - ¿podrias ayudarme? No se mucho sobre pescados – dije bajando el menú.
         -Con gusto – dijo cerrando el menú y llamando a camarero – nos trae un cebiche como entrada, una pasta con camarones para la Señorita y para mi una rodaja de mero con pure y arroz.
         -¿De tomar? – pregunto el camarero mientras anotaba la orden.
         -Yo quiero una cocacola – dije.
         -Que sean dos.
         -En seguida – dijo el camarero recojiendo los menus.
         -¿Vienes mucho para acá? – pregunte.
         -Desde niño. Lo malo es que esta a 3 horas de casa.
         -¿3 horas? – pregunte alarmada - ¿Qué hora es?
         -Las las 2:30 – dijo, entonces busque mi celular en el bolso.
         -Tengo 7 llamadas perdidas de Beca – dije haciendo una mueca – y 3 mensajes preguntando en donde estoy y si estoy bien. Quizás deba llamarla – dije.
         -Lo mejor, o llamara hasta a la CIA para conseguirte.
         -¿La CIA? – pregunte desconcertada.
         -Solo llamala – marque su numero y al instante agarro.
         -¿Flor? ¿Eres tu? – hablaba tan preocupada que me sentí culpable.
         -Si, lo siento, tenia el teléfono en vibrador y se me olvido por completo la hora.
         -De acuerdo, solo no lo pongas mas en vibrador ¿Dónde estas? Te he estado buscando, pensaba que hoy podíamos recorrer el bosque juntas y pasar tiempo entre nosotras….recuerda que hoy íbamos a ir a comprarte la ropa.
         -¡Cierto! ¿no puede ser mañana?  Es que justo ahora estoy comiendo…y estoy un poco lejos.
         -¿Qué me estas ocultando?
         -Nada.
         -Entonces dime ¿Con quien y en donde estas?
         -Con Peter a 3 horas de casa en una playa.
         -¿¡Con Peter!? – el grito fue tan fuerte que tuve que apartar el teléfono. Peter hizo una mueca por lo que supuse que escucho.
         -Si, con Peter. Adios – le colgué y le envie un mensaje de texto:
         << Solo comemos, no pasa nada del otro mundo, confía en mi >>
         Al instante me respondio:
         << Lo intentare >>
         -¿En que estábamos? – le pregunte a Peter con una sonrisa.
         (Narra Beca)
         -Es que no lo entiendes, a penas y salio del “coma” –hice las comillas en el aire – y esta a 3 horas de acá con Peter…
         -Vamos Beca… Peter es un buen tipo – me dijo Ángel ya cansado de la conversación recostado en mi cama.
         -Hace unos meses no decias lo mismo.
         -Eso es porque en ese entonces el quería algo que yo también quería – dijo acercándose y acariciando mi mejilla – lo cierto es… que aunque no es santo de mi devoción, si Flor te dice que no pasa nada debes creerlo. Estas actuando como Andrés.
         -En eso quizás tengas razón – dije ahora sentándome en la cama – pero es que yo… pensaba que podíamos pasar tiempo juntas, entre hermanas, ir de compras, conocer el bosque, pero ahora esta con Peter – dije haciendo una mueca.
         -Si, pero… puedes esperar a que sea sabada ¿no? Ya es jueves. Falta solo 2 días.
         -Igual, me esta desplazando ¡Y por Peter! – dije haciendo un puchero.
         -¿Por qué no te centras en otra cosa? – me dijo mientras me besaba en cuello.
         -Esa quizás sea una buena idea – dije con una amplia sonrisa.
         Entonces el teléfono de Ángel empezó a sonar.
         -¿Y ahora que? – dijo con mal humor - ¿Qué paso?... ¿ahora?... De acuerdo, de acuerdo – dijo malhumorado colocándose de pie. Luego colgó – Clavel quiere verme por lo de la carta. Nos vemos mas tarde – dijo besando mis labios, nuestros labios se abrían y cerraban  suavemente. Poco a poco se fue volviendo mas pasional y Ángel metio su lengua en mi boca, yo apegue mas su cabeza a la mia. Nos separamos cuando necesitamos aire.
         (Narra Flor)
         La comida había estado deliciosa, sin duda me encanto. Incluso probe de la de Peter. Aunque fue incomodo cuando me dio de comer, me encanto. Ahora caminábamos por la playa. La arena acariciaba mis pies. Peter caminaba pensativo a mi lado. El silencio era comodo, relajante, la brisa, el sonido de las olas al romperse… era hermoso. Tan bello.
         -Gracias por traerme aquí hoy – le dije a Peter rompiendo aquel mágico silencio.
         -No es nada… -dijo sonriéndome, entonces su teléfono empezó a sonar – ¿Justo ahora?...estoy a 3 horas de casa… ¿no puede estar mi hermana?.... es como si estuviera yo…ok…a penas llegue voy para alla…Adios – y colgó – debemos irnos Clavel quiere verme por lo de la carta.
         -Yo quería ver el atardecer – dije desilucionada.
         -Creeme yo también, será otro día, prometo traerte – me dijo y sonreí.
         Ahora en el auto…
         -¿De que crees que te hable Clavel? – le pregunte mientras aceleraba.
         -No lo se, solo dijo que era sobre la carta de tu madre y que era urgente mi presencia. Realmente no me da buena espina – al final hizo una mueca.
         -¿Por qué?
         -Porque Clavel odia lo que no conoce, se siente vulnerable, y no pretendo alarmarte pero si no le agrada lo que dice esa carta es capaz de incluso encerrarte a ti y a tu hermana de nuevo en el árbol.
         -No lo dices en serio…
         -¿Te parece que bromeo? – dijo hechandome una corta mirada, trage en seco.