miércoles, 31 de julio de 2013

Cap. 104: El consejo y el primer beso.

     (Narra Beca)
         Las manos de Flor temblaban. Esperaba junto junto a mi a fuera de la oficina de Clavel. En aquel gran pasillo donde yacían fotos de los A y de los P, generaciones y generaciones. Todo seguía pareciéndome tan mágico ¿algun día me acostumbraría? No lo se, parecía tan imposible…No había estado nerviosa hasta que Flor me dijo lo que le había contado Peter. Ahora solo me gustaría estar ahí dentro…
         -Quisiera saber lo que pasa ahí dentro – comento Flor mientras caminaba de un lado a otro - ¿no puedes hacerlo con una flor? Así como viste a Ángel y a Rosa besándose.
         -Gracias por recordarlo – dije sarcástica – y no lo se, supongo que debo intentarlo.
         -Apresurate – dijo animada, pero podía ver sus manos sudar.
         Toque una Flor e intente visualizar el interior de la habitación, no sabia muy bien que hacer… no vi nada. Intente de nuevo, pero fue el mismo resultado. Segui intentándolo hasta que me di cuenta de que empezó a dolerme la cabeza.
         -No lo logro – dije frustrada mirando a Flor.
         -Creo saber porque, tienes que abrir los ojos, tus sentidos se pasan a los de las plantas, si estas con los ojos cerrados no veras nada, así que tienes que abrirlos. Tus sentidos están conectados a la planta.    -Veo que has estado atenta en tus clases ¿no?
         -Pase toda mi vida intentado comunicarme contigo.
         Y cuando iba a hablar la puerta se abrió y empezaron a salir todos los profesores del corazón del bosque. Nos miraban, algunos con indiferencia, otros con  asco, pero la mayoría…con cierta admiración.
         -¿Dónde están Ángel y Peter? – pregunte mirando entre los profesores, pero las puertas volvieron a cerrarse – supongo que tendremos que esperar otro rato ¿no es así? – Flor asintió.
         (Narra Violeta)
         Estaba en la cascada, admirando las figuras de agua que hacia Javier para mi. Sonreía, parecía un niño con su video juego favorito, sonreí ante la imagen de Javier de niño.
         -¿Qué? – me pregunto tras hacer desaparecer una mariposa de agua.
         -Te amo…y siento lo de mi hermano – dije disculpándome como por enésima vez.
         -Ya te dije que no pasa nada, yo también tuve una especie de charla con Ángel cuando empezó a salir con Beca, aunque claro, no lo golpee, y creo que ni el la recuerda – hizo una pausa y se acerco hasta estar en frente de mi – yo también te amo – y beso cortamente mis labios.
         (Narra Luna)
         Irritante, simplemente irritante. Javier y Violeta estaban en la cascada y yo como buena persona que soy simplemente me fui para no interrumpir su – cursi – momento de novios. No es que estuviese celosa, en lo absoluto, es solo que quería practicar. Ahora me dirijia de vuelta a mi casa…al llegar me dirigi directo a mi habitación. Salude a los hermosos peces de agua salada que mi padre me había regalado en mi decimo cumpleaños y luego desperté a Selene.
         Los ojos ignoticos de mi búho me parpadearon. La solte del collar y deje que volara por mi habitación.
         -Estoy aburrida – comente en voz alta – quizás tu puedas ayudarme – dije mirando a Selene, quien se coloco en mi cama - ¿Qué te parece si molestamos la mente de uno de los A? – sonreí maliciosa. Selene asintió alegre – eso pense, pero…- alce mi dedo índice – debes prometer portarte bien, no quiero mas problemas. Solo algo de diversion.
         Tome mi chaqueta que aunque inecesaria me complementaba. Justo cuando me disponía a salir mi madre me envio un mensaje:
         << Hola mi niña, recuerda que tienes que organizar el festival de la luna, tu hermano se encarga del clan y tu de las festividades. >>
         Me tire en la cama molesta, Peter mandaba y gritaba de acá para alla y yo tenia que organizar una ceremonia, a la que todavía le faltaban semanas…El festival de la luna no es en si un festival, solo vamos generaciones y generaciones de clanes al punto mas alto del bosque y vemos la hermosa luna llena, la cual esta en su punto mas alto esa noche y mucho mas cerca. Es simplemente hermoso, como una caricia… los A le llaman el día negro, porque mientras nosotros, los P, nos sentimos llenos de dicha los A están como refriados…Lo que mas me gusta es cuando canto, capaz de ignotizarlos y hacer que se tiren de aquella montaña.
         Desde que naci he tenido multiples poderes, lo cual me ha limitado a hacer amistades, ahora es admirable mi poder, pero de niña, de niña era mi pesadilla. Los que eran hijos de P aun no lo sabían y me veian como un bicho raro pero me respetaban porque sus padres les obligaban, en cambio los que no eran hijos de P me trataban muy mal… no fue hasta que cumplieron 14 15 años que quisieron tratarme, y estoy segura de que solo por obligación. No me duele, me hizo fuerte, aprecio mi soledad, yo y mis poderes. Es maravilloso lo que llego a ser capaz con algo de agua cerca.
         Empece a mensajear ordenes a todos para lo del festival mientras apreciaba la vista de mi ventana, aunque no había nieve el cielo estaba cubierto por una amplia neblina y casi todo era gris o verde. Una vista maravillosa, tan solo el aire en un día caluroso tenia aire…no tienen idea de las maravillas que era capaz de hacer con niebla.
         Luego de un rato mensajeando y mensajeando estaba totalmente aburrida, así que envie a Selene al bosque a ver que estaba pasando. Selene y yo estábamos conectadas por decirlo así, ella no funcionaba sin mis poderes así que era parte de mi… podía ver lo que ella veía, escuchar lo que ella escuchaba e incluso controlar cada uno de sus movimientos.
         Selene se adentro al bosque y vi como volaba y volaba sobre los aires, era maravilloso cuando lo hacia, porque sentía que volaba, la brisa en cada parte de mi cuerpo, ese cosquilleo en el estomago que me afirmaba que estaba sobre los aires y la vista…oh, la vista era sin duda encantadora.
         Le mande a posarse en la ventana de Clavel, pues sabia que había una reunión super urgente. Era astuta, y mi querida Selene también, sin problema se poso detrás de unas ramas, de modo de que no la vieran pero ella sin problema los veía, y los oia también.
         -Estas exagerando – le dijo mi hermano a Clavel.
         -No lo hago, esas dos podrían destruirlo todo en un berrinche – dijo Clavel.
         -Ángel dile…-intento decir Peter pero Ángel le interrumpio.
         -¿Para que? No cambiara de opinión, es cerrada e injusta, llena de prejuicios sin pruebas. Le teme a lo desconocido, siempre fue así ¿o que no recuerdas que quiso matar a tu hermana por los poderes que poseía?
         ¡¿Qué?!
         -Eso es agua pasada – dijo Clavel – y no permitiré que un niñito como tu me insulte de esa forma. Ustedes deciden, o hacen que se muden a otro continente, y solo a otro continente, no menos, o las encerramos en el árbol. 
         -¿Tu estas de acuerdo? – le dijo Peter a Alexander.
         -Eso es inrrelevante – dijo Alexander mirando al vacio – solo cumplan las ordenes.
         -¡No lo puedo creer! – grito mi hermano – me lo esperaba de Clavel pero ¿de ustedes? ¿no se supone que las quieren? ¿no estas tu enamorado de Beca? – señalo a Ángel – y ¿Qué tu no eres como el padre sustituto de Flor? ¡Son unos cobardes! – grito molesto.
         -La decisión esta tomada – dijo Clavel.
         -¡No, convocare un consejo y ahí veremos que decisión se toma! ¡Usted tiene poder, lo acepto, siempre lo he respetado, pero yo también lo tengo! – sentencio molesto antes de cerrar con un portazo, Ángel le siguió y cuando Alexander iba a seguir la misma acción Clavel le llamo y el volteo.
         -Sabes que es lo mejor…- Alexander no dijo nada, solo se marcho.
         Envie a Selene de vuelta, pero empezó a llover y Selene no podía volar con ese clima, era muy fuerte para ella. Así que decidi ir por ella.   
         El bosque ya era como recorrer mi escuela, quizás mi casa… llegue en cuestión de segundos al corazón del bosque pero por alguna razón no conseguia a Selene en donde había estado la ultima vez. Intentaba comunicarme con ella pero simplemente no veía nada. Sentía una sensación de miedo, de terror. Solo espero que este bien, porque si alguien le hizo daño… bueno será que se esconda porque hare sus peores pesadillas realidad.
         (Narra  Beca)
         -Tu novio es un cobarde – me gruño Peter pasando hecho humo por un lado. Flor fue detrás de el.
         -¿Qué paso? – le pregunte desconcertada a Ángel, el solo me miro culpable.
         -Nada…solo... ¿vamos a dar un paseo si? Sabes que este lugar no me gusta – dijo tomando mi mano y jalándome fuera.
         Aunque me picaba la curiosidad le daría su tiempo. Ya me diría…
         (Narra Flor)
         -¡Peter! ¡Espera! – le grite intentado alcanzarlo, freno de golpe y se giro a mi, intentando calmarse, aunque por alguna razón el clima a nuestro alrededor se volvió mas frio y totalmente blanco, lleno de neblina, solo lo veía a el. Mis brazos se congelaron. Y ademas, empezó a llover - ¿-Q-que paso-o? – tartamudee por el frio. El agua me helaba cada hueso.
         -¡Clavel! Eso paso, piensa alejarte a ti y a Beca de acá, o encerrarlas en el árbol ¡Todo porque es un cobarde! ¡Al igual que Ángel y Alexander! ¡Los hubieses visto! – gruño muy molesto – estaban sin decir nada, como si les diese igual ¡son unos idiotas!
         -P-ero c-cal-mate un poco ¿n-no? – intente decir con los dientes tiriteando.
         -¿¡Como quieres que me calme!? ¿si la primera vez que de verdad siento que me enamoro, que floto sobre las nubes, viene una vieja a decirme que va a hacer que ese sentimiento se rompa? – dijo ahora dolido.
         -¿Q-que d-d-dices? – intente decir porque mis pulmones me dolían por el frio.
         -Que estoy enamorado de ti Flor – dijo colocando sus dos manos heladas en ambos lados de mi rostro. Yo ya ni siquiera podía moverme, o hablar siquiera, no se si por las palabras o porque aquel frio me consumia – y yo…yo no quiero perderte – entonces acerco sus labios a mi y suavemente los presiono contra los mios, para luego abrirlos un poco y cerrarlos a su paso. Mi primer beso… era tan tierno, calido, a pesar de que mis labios estaban congelados y aquella agua me congelaba la sangre, su piel, sus caricias, sus labios eran calidos, encajaban a la perfeccion entre los mios. Mis ojos estaban cerrados, creo que mis pestañas estaban pegadas, pero no me importaba.
         Cuando los labios de Peter dejaron los mios todo se nublo.
         (Narra Violeta)
         Me había conseguido a Selene vagando por el corazón del bosque, supuse que se había perdido o que quizás intentaba escaparse, de una u otra forma la encerre con cuidado en mi bolso, le entraba aire aunque de seguro no veía nada. Ahora iba de camino a casa de Luna  entregársela, la verdad es que se me era algo complicado con la intensidad de aquella lluvia.
         (Narra Beca)
         Estabamos caminando hacia la cima de aquella montaña. Luego de tanto subir la lluvia fue sesando hasta que no nos caia ni una gota. Ángel dijo que era por la altura, la verdad es que había una gran neblida pero mi hermosos collar y me hermoso novio me mantenían a gusto. Cuando estábamos mas cerca del antiguo escondite de Peter y Ángel, mi novio saco un pañuelo y me cubrió los ojos con el.
         -¿Esto porque?
         -Quiero sorprenderte – me susurro y con su mano me fue guiando.
         (Narra Peter)
         Luego de besarla, de disfrutar aquel momento, me di cuenta de que estaba congelada.
         -¿¡Flor!? – grite mientras la sacudia. La llame un par de veces mas y al ver que no respondia la cargue y la lleve hasta la cabaña.
         Que idiota había sido, debi haberme dado cuenta de que ella si sentía el frio. Su aspecto me preocupaba, seguía siendo hermosa, pero sus labios se tornaron morados, su piel era casi transparente y sus uñas estaban casi azules. Entre a la cabaña y no vi a nadie. Coloque rápidamente leña en la chimenea y prendi con un llesquero aquella madera. Acerque el sofá en donde había acostado a Flor minutos atrás y la acerque al fuego. Entre a una de las habitaciones, supuse que seria la de Andrés y saque varias cobillas y las coloque sobre Flor.
         Estaba preocupado, muy preocupado. No podría perdonarme si lastimaba a Flor, ahora entendia aquello entre Ángel y Beca, ese amor que siempre se desmostraron mis padres y los de el. Porque yo me sentía exactamente así con Flor… precipitado, apenas y la conocía, pero ¿Qué puedo decir? Siempre fui alguien impulsivo…quizás apasionado. Ahora solo quería acariciar sus cabellos, sus labios, sus largas pestañas…pero me daba miedo tocarla, mi tacto era frio, y yo quería que se mejorara.   
         Senti llegar los recuerdos de cuando era niño y no quería tener mis poderes porque eso implicaba dejar de ser amigo de Ángel. Así me sentía ahora, no quería tener mis poderes, porque con ellos lastimaba a la chica que quería, que amaba…. Solo quería poder ser como Ángel, poder darle calor…
         -Mmm…-un pequeño gruñido salio de los labios de Flor y poco a poco fue abriendo los ojos. Me acerque hasta estar frente a ella, a pesar de que el fuego me hacia sentir debil – hace calor – murmuro limpiándose ambos ojos como una niña pequeña.
         No me había dado cuenta de que estaba sudando. Con cuidado de no tocarla le quite todas las mantan que le coloque encima. Luego de que ella se percato de donde estaba hablo.
         -¿Qué hago en la cabaña?
         -Es que te desmayaste por el frio, creo que te dio hipotermia – entonces sus ojos se ampliaron como platos.
         -Me besaste – afirmo sin expresión alguna.
         -Si…y tu me respondiste – dije sonriendo.
         -¿¡Que!? – grito – yo no hice tal cosa, no podía moverme por el frio, estaba plantada como hielo. Creeme yo jamas te hubiese besado, y eres un idiota, el mas grande de todos – dijo molesta y saliendo por la puerta de la cabaña.
         (Narra Beca)
         -¿Llegamos? – pregunte luego de que nos detuviéramos.
         -Si – me susurro meintras desacia la venda  - abre los ojos.
         La vista era sin duda hermosa. El sol brillaba en el cielo naranja y aquel paisaje que se veía antes quedo tapado por la niebla, era como si estuviésemos sobre el cielo, sabia que era niebla, pero toda estaba a la altura de mis pies. El vacio de la punta no se veía, solo algo blanco parecido a algodón. De no saber que las nubes era solo agua en estado gaseoso hubiese saltado.
         -Es tan hermoso…-murmure maravillada.
         -Solo porque lo comparto contigo – dijo abrazandome por detrás y besando mi hombro.
         -Te amo – dije mirando sus ojos color miel.
         -Yo también te amo – dijo y me dio un corto beso en los labios.
         Nos quedamos admirando la vista. El sol bajaba poco a poco por aquella muralla de nubes, este era sin duda el mas lindo atardecer. No quería romper el momento, aquella paz infinita que sentíamos estando el uno junto al otro, pero quería saber que había sucedido, sabia que esta era una distracción. Sin embargo deje que Ángel se recostara en aquella manta y almohadas que seguro trajo el. Yo le acompañe y me acurruque en su pecho, deje que acariciara suavemente mi mejilla y que cada cuanto me depositara un beso en el cabello.
         -Clavel no las quiere acá – dijo al fin. Me quede callada sabiando que habría mas – Peter se puso histérico al ver que yo no dije nada, hasta le grito a Alexander. Creo que después de todo si quiere a Flor… yo no dije nada, admito que si fue un cobarde. Se que lo fui… lo lamento, la verdad no se que me pasaba, creo que me lo esperaba y sabia perfectamente que mis esfuerzos no servirían, sin embargo debi objetar – se lamento.
         -Hey – dije sosteniendo su cara entre mis manos – lo entiendo, te amo igual – bese sus labios cortamente – ya veremos que hacer…
         -Peter convocara al consejo.
         -¿Al consejo? – pregunte extrañada.
         -Si, digamos que esta constituido por mi abuelo el abuelo de Peter, nuestros padres, nosotros, Clavel y el guardian que vino antes que ella.
         -¿Por qué no he escuchado de el?
         -Porque se le llama en casos estrictamentes necesarios. Principalmente porque los A y P que ya han tenido nietos suelen irse a una alta colina y vivir en paz allí con su esposa… y la guardiana que estuvo antes de Clavel…bueno a ella nunca la he conocido realmente. Ahora que lo pienso, no creo que se haya convocado un consejo en los últimos 70 años.
         -¿Cuándo seas viejito seguiras con tus poderes? – pregunte interesada.       
         -Si, mi abuelo sigue conservándolos… la verdad es muy quisquilloso, y obstinado... lo he visto poco. Aunque lo suficiente para amarlo como mi segundo padre.
         -¿Nosotras estaremos en el consejo?
         -Deberian, tengo entendido que el problema debe estar para defenderse si puede hacerlo, luego debe irse para que el consejo delibere. Se supone que se reúnen clanes y guardianes en la sala de consejos subterráneos, es como una corte. Solo que los jueces somos nosotros.
         -¿Ahí una sala de consejos subterráneos?
         -Si, pero como te dije no ha habido una reunión del consejo en los últimos 70 años, por lo que debe estar abandonada. Supongo que la limpiaran y arreglaran. Aunque no se si lo lleven a cabo. Nuestros padres deben estar de acuerdo, igual que la que estaba antes de Clavel y también nuestros abuelos. Es un proceso algo complicado para llevar a cabo. Y aunque se lleve a cabo nada nos garantiza que funcione.
         -Yo pense que física era complicado hasta que entre en este mundo de los clanes, cada día aprendo algo mas raro.
         -Lo común es aburrido.
         -Buen punto – acepte – ya esta anocheciendo y quiero tener una seria charla con Flor sobre Peter.
         -Oh vamos mi vida, Peter no es tan mal chico, hoy demostró que Flor le importa.
         -No quiero a Flor cerca de el, simple – dije molesta.
         -¿Por qué te importa tanto? – pregunto ahora sentándose y mirándome algo ¿pensativo – tu no…tu no estaras celosa ¿verdad? De Peter me refiero.
         -¡No! – dije de inmediato – yo te amo a ti – dije jalando el cuello de su camisa de modo que quedara sobre mi – jamas vuelvas a pensar eso, nunca mas ¿de acuerdo? – afirmo y luego me beso, amaba esos besos, suaves y pausado, donde nuestros labios jugaban y nuestras manos acariciaban el cuerpo del otro.
         (Narra Violeta)
         Había buscado a Luna en miles de sitios pero no la había conseguido así que decidi llamarla.
         -¿Alo? ¿Luna?
         -Violeta ahorita estoy un poco ocupada así que adiós – dijo y colgó.
         Le extraño aquella actitud, pues si, Luna era algo rara pero siempre le había parecido que tenia muy buenos modales. Decidio ir a su casa y esperar a que llegara. Cuando llego Peter le abrió.
         -¿Flor te envio? – pregunto con cierto brillo en los ojos.
         -¿Flor? ¿Por qué debería de enviarme? – pregunte.
         -Por nad… ¿Qué quieres?
         -Venia a traerle esto a tu hermana – abri mi bolso y Selene salio disparada. Parecía querer morderme que Peter dijo que no alcance a escuchar y de nuevo era pura plata. Cayo sobre la mano de Peter.
         -Es muy traviesa, igual que su dueña – se quejo – gracias por encontrarla, Luna lleva casi que toda la tarde buscándola.
         -No es nada. Adiós.
         -Espera – hizo una pausa – tu eres amiga de Flor…
         -Si…¿Por qué?    
         -Sabes si…tienes alguna idea de como…
         -¿De como que? – pregunte algo divertida ante la inseguridad de Peter.
         -Quiero invitarla a salir pero se que dira que no ¿alguna idea?
         -No quiero meterme.
         -Vamos Violeta, se que le gusto pero Beca no esta de acuerdo…
         -Ahora menos me meto…
         -Por favor... ¿que te parece favor por favor?
         -Hablar – dije cruzándome de brazos.
         -Se que quieres ir a acampar con Javier pero yo no le he dejado porque no lo quiero lejos. Si me ayudas, le dare el permiso, solo tienes que lograr que vaya. Solo eso.
         -No quiero traicionar a Beca…
         -No la estaraas traicionando.
         -Entonces le puedo decir ¿no?
         -No – sonreí victoriosa – pero porque sabes lo terca que es y que ni siquiera me ha dado una oportunidad para demostrarle que no soy el idiota que piensa. ¿no crees que siquiera merezco una oportunidad?
         -Ok, te doy la razón, pero solo te ayudare si primero logro convencer a Beca de que te de una oportunidad, ahí si te ayudare a que Flor acepte – entonces Peter me abrazo fuertemente – pero solo cuando este segura, y ademas del acampado quiero que este año se les permita a los guardianes asistir al festival de la Luna.
         -¿Qué? Eso no…
         -Entonces olvida el trato – dije volteándome.
         -De acuerdo, de acuerdo – sonreí triunfal.
         (Narra Flor)
         Estaba un poco – solo un poco – confundidda. Peter me había besado, me había dado mi primer beso y me había gustado, sin embargo, el no me gusta, me agrada, lo admito pero no me gusta. Ademas, es un idiota, era mi primer beso, debía ser especial, pero tenia que venir el y arruinar el maraviloso día – de amigos – con aquel gesto impulsivo y desconciderado de su parte, ¿pero de que me sorprendo? Es Peter, solo piensa en el, y es muy estúpido si cree que soy tan estúpida como para creer que me ama.
         En  ese momento Beca entro a la habitación.
         -Hola – dijo con una amplia sonrisa tirándose a su cama – tu y yo tenemos que hablar – dijo quitando aquella sonrisa.
         -Beca, yo ya te explique, no pasa nada entre Peter y yo.
         -No te creo, hoy fueron juntos a la playa y Ángel me conto 2u4 te había defendido Ya te he dicho que…
         -¿Cómo que me defendió? – pregunte levemente interesada.
         -Si ¿no te lo dijo? Incluso piensa llamar al consejo.
         -¿Consejo?
         -Si, es un poco complicado… De vuelta al tema, te quiero lejos de Peter.
         -Puedo cuidarme sola y hare lo que quiera.
         -No – dijo y amarro mis muñecas a la cama – haras lo que yo diga.
         -Justo ahora actuas como Andrés – su car cambio y solto mis muñecas.
         -Tienes raazon, debo confiar en ti, es solo que no quiero que te lastimen.
         -Soy fuerte. Tranquila ¿si?
         -Si, ahora vamos a cenar.

         Pasaron un par de días hasta que llego el hermoso viernes. Durante aquellos días no paso adsolutamente nada. Evitaba a Peter, y había caído una muy fuerte tormenta por lo que nadie pudo salir o entrar al corazón del bosque. Ahora teníamos que recoger los arboles caidos y revisar si había sufrido algún daño el bosque.

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